El narcotraficante colombiano acusado de dirigir un grupo que se dedicaba a distribuir cocaína en Gijón aceptó ayer en la Audiencia Provincial una condena de cuatro años y dos meses de cárcel al reconocerse autor de la comisión de un delito de organización criminal y de otro contra la salud pública. El reo asumió la condena después de que la fiscal aceptara una rebaja en la petición inicial, que se elevaba hasta los siete años de cárcel.

La Fiscalía asegura que la última actuación del procesado tuvo lugar en abril de 2015. El ahora condenado intentó introducir entonces en Asturias 971,33 gramos de cocaína de gran pureza que escondió dentro del intermitente derecho de un coche y de los que la Policía se incautó en el peaje del Huerna. Fue entonces cuando se detuvo a los colabores del cabecilla, condenados hace meses a penas de entre uno y tres años de prisión. El ministerio público añade que el reo se encontraba en el momento de los hechos en situación irregular en España por lo que admite que una vez que haya cumplido parte de la condena se sustituya la cárcel por la expulsión del territorio nacional. El acusado pidió ayer que se conmute toda su pena y su expulsión sea inmediata. "Hace cinco años que no veo a mi madre y está enferma terminal de cáncer", argumentó.