"A esta ciudad no se la puede amar si no es con el alma". Lejos ya de cualquier polémica sobre la presencia o no de autoridades civiles en actos religiosos, Javier Gómez Cuesta, párroco de San Pedro, bendijo el ramo y las aguas de San Lorenzo con motivo del día de l patrón de la iglesia pegada a la bahía y de la ciudad. El sacerdote pronunció un discurso en el que recordó, entre otras cosas, la encíclica del Papa Francisco "sobre el cuidado de la casa común, que está despertando la conciencia sobre el cuidado del medio ambiente". "Nos sobresaltan noticias que nos alertan sobre el deterioro de nuestra casa común. Un grupo de buzos se sumergió el Día Mundial del Medio Ambiente en la dársena del Muelle. Y con el fin de sensibilizarnos de que la mar no puede ser un vertedero, como gesto de denuncia pública, en una hora sacaron más de una tonelada de basura y desperdicios", apuntó.
El párroco lamentó también el posible agotamiento de caladeros. "Y desaparecerán las parrochas, y los bocartinos, y las llámparas. Y los calamares de potera. ¡Y los oricios, que han tenido que imponer la veda! ¡Y encima, sine die! Decía Ladis, el ingenioso Ladislao de Arriba, que se nos ha ido este año, que el oricio es lo más feo que ha parido la mar, aunque añadía que este hijo de la mar es el que mejor atesora, protegido por las púas, la realidad marina. Son una sinfonía de yodo y sal", recordó.
Javier Gómez Cuesta reivindicó el papel que juegan las tradiciones en la sociedad para responder a los grupos y colectivos que piden que las instituciones sean laicas. "Esta típica estampa se ha escenificado en este idílico balcón desde tiempos inveterados", apuntó el veterano sacerdote, consciente de que una veintena de personas pedía a pocos metros de él que los representantes civiles dejen de participar en estos festejos de contenido religioso. "Desde aquí, en esta mañana de San Pedro, saludamos a toda la ciudadanía y deseamos la mejor y más fraterna convivencia por encima de cualesquiera legítimas diferencias", agregó Gómez Cuesta, quien justificó la fiesta en honor al apóstol señalando que "no hemos inventado nada, es nuestro patrón desde los anales de la historia. La fe y la tradición de nuestros mayores es lo que nos reúne aquí".
La alcaldesa, Carmen Moriyón, respondió también en el Campo Valdés a PSOE, Xixón Sí Puede e IU, que pidieron al equipo de gobierno de Foro que se abstuviese de participar en el festejo religioso. "Quiero desear un feliz día a todos los gijoneses y a todas las personas que nos visitan. Pido respeto hacia las tradiciones, que no es mucho pedir", apuntó la regidora, quien reivindicó su derecho a "vivir estas tradiciones con el pueblo". Lo hizo junto a parte de su equipo -Fernando Couto, Manuel Arrieta, Montserrat López y Eva Illán- y el concejal popular Mariano Marín.
En idénticos términos se manifestó el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, que ofició la eucaristía junto a Gómez Cuesta. "Otros tienen otras claves y las respetamos. Incluso a los que no nos respetan, poco amigos de la libertad y sí de la censura y la bronca", indicó el prelado desde el púlpito.
