Fue la medalla más disputada y, finalmente, se llevó una ovación. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) llegaba ayer al coliseo gijonés con la sombra de la falta de acuerdo unánime para su concesión (a propuesta de Xixón Sí Puede), con la abstención de Foro y los votos en contra del PP y de Ciudadanos. Y lo hacía también con la firme intención de sus miembros de hacerse notar, como siempre han venido haciendo en su labor para evitar que muchas familias se quedaran en la calle por los impagos de sus hipotecas.

Fueron muchos los que ayer se subieron al escenario del Teatro Jovellanos para arropar a Miguel Ángel García y Celia Pellico, encargados de recibir el premio al grito de "sí se puede", y al final, nada más allá de la anécdota en la puesta en escena. Un premio que para los integrantes de la PAHD "es para todas las personas que tienen el derecho de una vivienda digna", recalcó García tras denunciar cómo "cientos de familias han sido víctimas de un sistema que quiere que la vivienda sea un negocio, endeudadas de por vida".

Ellos han sido testigos de "la llamada de Marcos, o de Ana, sin apenas tiempo para meter unas pocas cosas en una caja, sin sabe qué pasará y sin tener adónde ir, con dos hijos menores y uno de ellos con minusvalía, con el aluvión de llamadas de teléfono y en redes sociales para movilizar a una treintena de personas que finalmente paralizaron en desalojo", relató Celia Pellico rememorando una historia real en Gijón. Ayer, muchos de los que recibieron esa ayuda sintieron como suya la medalla en las tablas del Jovellanos.