De manera tímida pero con soltura, Laura Mota Pello, nacida en Oviedo pero formada musicalmente en Gijón, toca el piano con la destreza de un profesional. A pesar de su corta edad, es considerada una niña prodigio en la práctica de un instrumento difícil de domar. A sus escasos 13 años, hace oídos sordos a esas palabras y disfruta de las cosas normales de una adolescente de su edad, ajena al ruido que provoca su destreza musical. "Me encanta hacer otras cosas, aparte de tocar el piano, como salir con mis amigas, ver películas y leer".
Con varios diplomas ganados en diferentes certámenes de España, la joven pianista no olvida cómo comenzó a aficionarse a la música. "Todo empezó cuando con 6 años, me regalaron un piano de juguete. Mis padres al ver cómo jugaba con él decidieron apuntarme a la Escuela de Música Tchaikovsky", declara Laura Mota. En dicha academia estuvo ejercitándose hasta 2012. Desde ese periodo y hasta la actualidad, Laura recibe clases de formación con el pianista Francisco Jaime Patín, profesor del Conservatorio Superior de Música del Principado de Asturias.
Su objetivo es llegar a pianista profesional y realizar conciertos por los principales auditorios internacionales; "o trabajar en algo relacionado con la música, como por ejemplo director de orquesta". Con ese fin, aparte de recibir clases, Laura practica con el piano todos los días "siempre que puedo, porque no hay que dejar atrás los estudios", explica Mota. Este año ha comenzado el instituto y puede presumir de muy buenas notas. Además de manejarse con inusitada sapiencia con el piano, también canta en el coro de la Fundación Princesa de Asturias. "Aunque mi meta sea ser pianista, no me obsesiono con ello. Vivo el momento", explica la joven.
Ha obtenido el primer premio en cinco concursos en que ha participado y también un segundo. Los dos primeros llegaron con 8 años en el VII Concurso Internacional de Piano "Antón García Abril" y en el XV Concurso Infantil "Santa Cecilia", Fundación Don Juan de Borbón. Al cumplir los 10, quedó segunda en el XXXII Concurso de Piano Ciudad de Linares "Marisa Montiel". Dos años después, consiguió el doblete, ganando el primer premio en el XXI Concurso Nacional de piano Ciutat de Carlet, así como el premio al mejor intérprete de música española en la misma competición. Sin parar de avanzar, este año ha vuelto a alzarse con otro galardón, el del Concurso Nacional de Jóvenes Intérpretes "Ciudad de Cuenca". "Antes de los certámenes siempre tengo nervios pero cuando termino me siento muy contenta y feliz", declara la pianista.
Para Laura, tocar el piano no es un trabajo, ni una carga: "Me lo paso muy bien ejecutando obras", señala. A pesar que el mundo de la música es muy sacrificado, a Mota no le parece así. "Yo creo que es algo precioso. Adentrarte en él y tocar un instrumento puede traerte muchas experiencias buenas y mucha satisfacción. Aunque nunca hay que olvidar que es muy difícil empezar a tocar ", declara. En estos siete años de aprendizaje, Laura solo se ha dedicado al piano. "No me he planteado tocar un instrumento nuevo, pero sería muy interesante aprender a tocar otros como el violín o la guitarra española", comenta.
"Disfrutar de la música y transmitir lo que sientes" son las obsesiones de Laura Mota cuando se sienta y posa sus manos sobre las teclas del piano, con una partitura enfrente. Tanto en los concursos como en los recitales, la joven pianista siempre intenta evadirse y "divertirme tocando lo que estuve aprendiendo y practicando", explica Laura. Por ahora solo da clases con un profesor y no se plantea empezar en el Conservatorio. "Cuando necesite un título comenzaré, pero por ahora estoy bien así". En un futuro espera parecerse a Murray Perahie y Daniel Barenboim, sus dos pianistas favoritos.
Recientemente ha participado en el XII Curso para Pianistas, Directores y Joven Orquesta Leonesa organizado por la Fundación Eutherpe. Además ha dado recitales en el Festival de Música de Segovia, en La Casa de la Música de Mieres y ha debutado con la Orquesta Oviedo Filarmonía. A corto plazo, Laura ya tiene algunos objetivos fijados, como asistir al Festival Internacional de Piano de Gijón, este verano. Pero mientras tanto y hasta entonces disfruta del verano, como una niña normal a la que se le da bien tocar el piano.
