Un falso aviso de bomba obligó a la Policía Nacional de Gijón a desalojar ayer a las seis de la tarde la iglesia de San Pedro. Los agentes pidieron a los feligreses que aún quedaban en el zona -después de asistir a un funeral oficiado a las cinco de la tarde- que abandonaran el templo y acordonaron la explanada situada frente a la iglesia. El perímetro de seguridad se levantó hora y media después, cuando los funcionarios policiales se cercioraron de que no había ningún artefacto explosivo en la zona.

"Cuando llegaron los policías nos dijeron que un hombre había llamado a la Comisaría alertando de que había dejado una mochila en la iglesia con una bomba. Afortunadamente todo quedó en un susto", relató el párroco de San Pedro, Javier Gómez Cuesta. El sacerdote se pasó más de una hora guiando a los agentes por el interior de la iglesia. "Me pidieron que les mostrara los sitios a los que suele acceder el público", explicó el sacerdote en declaraciones a los medios.

El cordón policial sorprendió a los vecinos de la zona, que se arremolinaron en torno a la iglesia para interesarse por lo sucedido. La investigación policial obligó a retrasar la misa prevista para las siete de la tarde, que no se pudo celebrar hasta media hora después de lo previsto.

No es la primera vez que la Policía de Gijón tiene que hacer frente a un aviso de bomba. En el mes de octubre del pasado año los agentes de la Comisaría de El Natahoyo se vieron obligados a desalojar por completo el Palacio de Justicia de La Bohemia, en el que a esas horas se concentraban numerosos jueces, policías y abogados. Apenas unas semanas después desde Comisaría se anunció la detención de un menor acusado de un falso aviso de bomba que obligó a parar las clases en un instituto de la ciudad. El chico había utilizado el móvil de un compañero para realizar el aviso de bomba. Ya en el mes de febrero de este año la Policía Nacional se vio obligada a acordonar durante más de dos horas la calle Santa Elena por otra alerta que también resultó ser falsa.

Los agentes investigan ahora el origen de la llamada que avisó de la presencia de un artefacto explosivo en la iglesia de San Pedro y que precipitó el desalojo de la zona.