Andando de madrugada con una tabla de surf. Así fue sorprendido el acusado de cometer daños en siete vehículos para intentar robar en su interior, tal y como relataron ayer policías en la vista oral, a la que no acudió el acusado, dado que no estaba obligado a declarar al pedir para él la Fiscalía una pena inferior, de nueve meses de cárcel. Asimismo, reclama que el hombre, de 50 años, abone los 1.727,08 euros en los que se cuantificaron los daños causados.

Según relataron los agentes de policía que lo detuvieron, se trata de un viejo conocido de la Comisaría de El Natahoyo. Recalcaron que "lo más característico" era que iba caminando de noche con una tabla de surf. Le preguntaron por ella y contestó que era suya, pero no se lo creyeron, "por lo extraño de la hora", pero, sobre todo, porque los agentes habían acudido al lugar por la llamada de un guardia civil fuera de servicio que le había sorprendido "con medio cuerpo dentro de un coche". "Cuando le recriminé lo que hacía me dijo que me fuese, que aquello no iba conmigo. Por eso decidí llamar a la Policía y seguirle", contó ayer en el juicio el guardia civil.

Al detenerle, el acusado llevaba, además de la tabla -que resultó ser del propietario de otro coche cuya luna también habían fracturado- unas llaves, que posteriormente reconoció el dueño de otro vehículo que sufrió daños esa misma noche. Igualmente, el detenido confesó a uno de los agentes que tenía "en el portal de su pensión" una caja con más objetos. La Fiscalía considera "probado" que fue el autor esa noche de desperfectos en siete coches entre las calles del Conde del Real Agrado y Marqués de Casa Valdés. Sin embargo, la abogada del acusado alegó que no se tomaron huellas de los coches y que está sin probar la autoría de los hechos. "La Policía quiere atribuirle todo a una misma persona", señaló en el juicio.