David Jiménez Pinteño (Jerez de la Frontera, 1976), hace casi dos décadas que se convirtió en David de María. En estos veinte años, el cantautor español publicó nueve discos de estudio, que ya están grabados en el imaginario popular, con canciones como "Precisamente ahora" o "Barcos de papel". Mañana, a las 21 horas en la Laboral presenta su último trabajo, "Séptimo cielo", que llega en un momento crucial de su vida.
-Su nuevo disco se llama "Séptimo cielo". ¿Lo ha alcanzado?
-Esa es la utopía en la que vivimos, pero para mí lo importante es la búsqueda que nos lleva a él, la búsqueda del equilibrio en la propia vida personal. Lo que realmente me ha llevado al séptimo cielo ha sido conocer la paternidad. Es el primer disco en mi vida que he escrito sabiendo que iba a ser padre y de ahí el título, que engloba un momento vital único.
-¿Cómo vivió ese momento tan especial de su vida?
-Con mucha responsabilidad. Intenté estar en todo momento muy cercano a mi mujer. De hecho, de la primera ecografía que nos dieron salió "Bienvenido a la vida", una canción dedicada a mi hijo y a todas esas personas que desean ser padres.
-¿Cuál es la fórmula para aguantar veinte años en el candelero, con más de un millón de copias vendidas?
-Ser honesto con lo que haces, dedicarte a esta forma de vida por verdadera vocación, no por querer ser un producto o por moda. Yo elegí este camino desde muy joven de una manera muy sincera, no por querer ser famoso. El que elige el camino de largo recorrido, con credibilidad, tiene más probabilidades de conseguir el éxito.
-Después de un tiempo parado, ¿cómo busca reenganchar a su público?
-Intentando hacer canciones convincentes y contando historias con las que se puedan sentir identificados, surfeando las olas de las modas. Nunca me ha podido la ambición a la coherencia a la hora de escribir. Hay muchas atmósferas distintas en las que me siento cómodo: canciones acústicas, más rockeras, aquellas que tienen más de las raíces del flamenco. Siempre intentar evolucionar en la sonoridad y no intentar caer en la tentación de plagiarme a mí mismo.
-En el disco se ve cierta influencia de los ritmos cubanos, de los que bebió en su estancia en La Habana.
-Sí, en algún tema, como "Aquí me tienes corazón" o en "Y si te vas", que es el primer single. El resto del disco va más encaminado al concepto de un solista que quiere sonar a grupo, no es un álbum pensado para un cantante melódico, que es lo que la gente puede tener en la memoria al pensar en David de María.
-¿Qué diferencias hay entre el David de María que empezó y el de ahora?
-Las diferencias te las da el tiempo, las experiencias de la vida que te van curtiendo, creando cicatrices en el alma. La diferencia principal es la propia evolución que, como persona, se va teniendo, un mayor conocimiento de las cosas, la pérdida de la inocencia.
-¿Cómo ha sido esta gira?
-Ha sido un año con más de medio centenar de fechas, la mitad con la banda, y la otra mitad, con el formato que voy a Gijón, más acústico, con tres guitarras, en el que se respira una atmósfera muy especial. Siempre intento hacer conciertos muy familiares.
-¿Qué recuerdos tiene de sus últimas visitas a Asturias?
-Ir a tierras asturianas siempre es algo muy especial, me trae buenos recuerdos, sensaciones distintas, el poder conocer el carácter asturiano, el despliegue culinario y toda la belleza de la región, donde grabé, por ejemplo, el videoclip de la canción que me dio mi primer disco de oro. Hay connotaciones muy especiales, que ojalá se vean reflejadas en el concierto.
-Tras su paso por La Habana, ¿hacia dónde cree que va a ir el futuro de Cuba después de la muerte de Fidel Castro?
-Ojalá que hacia una apertura hacia el mundo, sin perder su esencia y sus tradiciones. Creo que Cuba es un país que se quedó estancado hace cincuenta años, y tiene una magia muy especial, sobre todo porque la gente es feliz con muy pocas cosas, pero ojalá que sean felices sintiendo libertad.
-¿Y el suyo?
-Por suerte, tengo un proyecto muy bonito, trabajando para cine, haciendo bandas sonoras y canciones para proyectos cinematográficos. Además, en 2017 voy a cumplir veinte años de carrera. Creo que es un milagro en este país poder dedicarse a la música humildemente, sin grandes apoyos y, sin embargo, seguir estando ahí, así que vamos a hacer un recopilatorio de todos esos veinte años, en directo. Es el proyecto que más me ilusiona ahora mismo, poder reconquistar a un público que creyó en mí desde el principio, que me hizo estar en toda Latinoamérica y, al mismo tiempo, acercarme a las nuevas generaciones, con un repertorio labrado durante dos décadas y que quizás ahora merezca ser actualizado, a través del sonido y de mi manera de cantar, que no es la misma que cuando tenía 19 años.
