Hombre acostumbrado a recorrer mundo, el conde de Revillagigedo estuvo ayer muy cerca de sus raíces. Álvaro Armada Barcaiztegui, que además de conde es marqués de San Esteban del Mar, Adelantado de La Florida y ostenta el título de Grande España, recaló ayer en mitad del Gijón rural para conocer de primera mano los restos de la que fue la casa matriz de sus antepasados, los Valdés, en la parroquia de Cenero.
Y de paso, para "desfacer" un entuerto histórico, puesto que hasta ahora pensaba que la raíz más antigua de esa rama familiar tenía origen en San Cucao de Llanera. Los documentos que le presentaron el párroco de Cenero, Albino Laruelo, y el estudioso de la historia local y periodista, Manuel de Cimadevilla, le aclararon que dicha casa, ubicada junto al Torruxón de Trubia, data de 1.200. Álvaro Armada lamentó el mal estado de conservación del patrimonio asturiano y abogó por una intervención "que combine lo turístico y lo cultural", antes de participar en la misa dominical de la Abadía de Cenero.
En la celebración fue el encargado de leer una epístola, y al finalizar la eucaristía tuvo tiempo para confraternizar con los vecinos de una parroquia que forma parte de su noble historia familiar.
