Uno de los tres ciudadanos búlgaros acusados de asaltar siete viviendas en Gijón rompiendo el bombín de las cerraduras de las puertas aceptó ayer en el juzgado penal ser el responsable de los robos que se le imputaban. El tribunal le impuso al reo una condena de dos años y medio de prisión después de que la Fiscalía de la ciudad llegara a un acuerdo con el abogado del extranjero. El Ministerio Público aceptó reducir la condena que en un primer momento se solicitaba contra el ladrón al aplicar en este caso el atenuante de dilaciones indebidas.

El ciudadano extranjero ahora condenado y sus dos compinches -uno de ellos declarado hace tiempo en rebeldía y otro ausente en el juicio de ayer, tal y como informó la Fiscalía asturiana- accedieron al interior de siete inmuebles entre el 19 y el 22 de marzo del año 2013. De uno de los pisos se llevaron efectos personales, joyas y dinero en efectivo por más de 40.000 euros. El fiscal aseguró que los imputados se apoderaban en los inmuebles asaltados de "efectos de fácil transporte" para poder salir corriendo de los edificios que se fijaban como objetivo.

Las viviendas afectadas por los robos de esta banda de extranjeros estaban situadas en las calles Puerto Ventana, Aguado, Álava y Cabrales y en las avenidas Rufo García Rendueles y Constitución. El Ministerio Público se opuso ayer a la suspensión de la pena de cárcel contra el único acusado que compareció en el juicio.