La escarlatina va camino de dejar de ser una enfermedad "poco común", según la calificación de algunos expertos sanitarios regionales, para convertirse en un diagnóstico a tener presente en las edades pediátricas. Como les ocurriera a otras localidades asturianas en inviernos anteriores, este año también en Gijón hay detectado un foco de esta infección bacteriana que no entraña riesgo y que está producida por la misma bacteria que la de las anginas. Al menos se han declarado siete casos entre alumnos del colegio Honesto Batalón de Cimadevilla, sin que suponga mucho más que una "anécdota" para el profesorado, como indicó su director, Alberto Muñiz, al tratarse de una enfermedad que se trata con antibióticos y remite en poco tiempo, sin que entrañe riesgo ni obligue a tomar medidas de precaución extraordinarias en el entorno de los niños afectados.

"Es una enfermedad leve que se pasa en unos días, y que ni siquiera es de declaración obligatoria, con que la trate el pediatra es suficiente. Pero sí es verdad que tampoco es muy común en nuestro medio", indicó el técnico de salud pública del área V, Federico Fernández Noval.