El pianista canario Gustavo Díaz-Jerez ofrece mañana a las 20.00 horas en el teatro Jovellanos un concierto titulado "Iberia" basado en la obra de Isaac Albéniz. Díaz- Jerez es uno de los máximos exponentes de la interpretación y la creación musical en España.
-¿Qué encontrará el público en su concierto del Jovellanos?
-Tocaré una de las obras más importantes de la literatura pianística, no solo española, sino universal, con "Iberia". Son doce piezas, cada una con un título relacionado con España, la mayoría con Andalucía. Es una obra al mismo nivel de importancia que las sonatas de Beethoven o los estudios de Chopin.
-¿Qué tiene de especial la obra "Iberia?
-Es una obra muy difícil de interpretar para el pianista. Pero para el público es muy agradable de escuchar. Es una obra que viene del Romanticismo, pero con esos elementos del folclore español a su vez mezclados con lo que estaba de moda en Francia a principios del siglo XX. Habrá temas de corte popular, que la gente puede tararear, pero con toda la complejidad y el saber hacer profesional.
-Defiéndame el piano como referente de la música de corte popular con respecto a otros instrumentos.
-El piano casi iguala a la orquesta en potencia y cantidad de registro, pero no en timbre o polifonía. Un concierto de piano se sostiene por sí mismo, porque es un instrumento que lo tiene todo, mientras que a un concierto de violín le falta la parte polifónica o la armonía.
-¿Cómo es su lenguaje artístico?
-Tiro un poco por la línea que podríamos definir como la estética especialista. Utilizo muchos elementos propios míos, pero a mí me gusta mucho la ciencia o las matemáticas, y uso muchos elementos derivados de esas ramas.
-¿Cuáles son sus influencias?
-Me gustan mucho los polifonistas del siglo XIV a XVI. Me interesa menos la época romántica clásica, y del siglo XX me gustan Ligeti o Xenakis.
-Es autor del programa, "FractMus", que aplica la inteligencia artificial a la composición musical. ¿Qué beneficio tiene?
-El programa genera materia prima. A partir de unos elementos matemáticos, el usuario del programa puede crear material musical. No es una obra de arte lo que se crea, pero es como el bloque de mármol que tenía Miguel Ángel antes de crear la escultura. Al final se quita ese bloque para crear la escultura, pero aplicado a la creación musical. Al compositor se le da materia prima para alterar, modificar y crear.
-¿Le llamaron loco cuando dijo en su casa que quería dedicarse a la música?
-En casa de mis padres había un piano vertical muy antiguo que era de mi abuelo. Empecé a tocar por mi cuenta, mis padres cantaban y tocaban el violín, y me animaron a entrar en el Conservatorio. Canarias es una región muy musical y eso ha sido un beneficio para mí. Tenía más facilidad que el resto para la música y eso se notó cuando terminé los diez años del grado superior del Conservatorio de aquella en solo cinco.
-¿Hay facilidades para los jóvenes que sueñan con dedicarse al mundo de la música?
-El acceso a las escuelas de música y conservatorios es fácil. Pero los políticos, de cualquier signo, que en general son gente muy mediocre, no ayudan en nada ni les interesa ni la música ni la cultura en general. La música quizás la maltratan más. Y al final es una cuestión de educación, porque si a los niños se les inculca desde pequeños esta música de arte, que es como me gusta llamar a mí a la música clásica, tendremos mucho camino recorrido y muchos beneficios en su formación a nivel neurológico, porque mejora la compresión espacial, la memoria y la concentración. Lo que hace avanzar a una sociedad es el arte y la ciencia, y en eso hay que invertir.
-¿En qué posición está España con respecto a otros países?
-Mejor que hace 30 años, pero Alemania, Francia o Rusia nos llevan mucha ventaja. Al menos cualquier tiempo pasado fue peor. Avanzamos, pero podríamos hacerlo más con otra clase política.
-Los jóvenes al que les gusta la música quieren ser pianista, o considera que ahora mismo no es un instrumento de moda?
-Para un niño empezar a tocar el piano es mucho más fácil que cualquier instrumento de viento. El piano notan su sonido desde el principio, aunque el problema es que, por tamaño, no está adaptado a un niño pequeño, como sí lo puede estar el violín.
