El Instituto Armado cuenta en Asturias con 30 mujeres entre sus filas de un total de 2.000 agentes. Una de ellas es Conchi García Tobal que lleva 26 años formando parte de la Benemérita, en el servicio marítimo de Asturias. Ayer ejerció como ponente en la "I Jornadas de Igualdad en la Guardia Civil" que se celebró en Gijón, en el recinto ferial, y que reeditarán a lo largo del mes de mayo en Ribadesella (día 3), Noreña (día 5) y Piedras Blancas (día 10). Unas sesiones informativas que buscan exponer al personal del cuerpo la situación de la mujer en la institución así como las medidas organizativas y legales que se han establecido para la igualdad efectiva en los últimos años.
- ¿Cuál es la situación actual de la mujer en la Guardia Civil?
-Muy igualitaria. Sigue habiendo algún matiz todavía que nos queda pero considero que somos muy iguales dentro la institución. Incluso respecto a la brecha salarial porque no hay diferencias de sueldo, cobro lo mismo que mi compañero desempeñando la misma función.
- Desde que se les abriese la puerta en 1989 a las mujeres, ¿en qué ha mejorado la integración?
-En muchas cosas. Se ha notado desde los inicios. Soy de las primeras mujeres que entraron, de la tercera promoción, y ya llevamos 28 años. Al principio la Guardia Civil no estaba preparada para recibir a la mujer porque siempre fue un cuerpo de hombres. ¿Cómo vamos a tratarlas? ¿Cómo vamos a darles servicio?, se preguntaban. Al principio no teníamos ni uniforme apropiados ni adaptados para mujeres. Las que tenían el pecho grande les quedaba muy justo; las que tenían mucha caderas no les valía. Tampoco había instalaciones para mujeres, no había baños ni vestuarios para nosotros. Es cierto que se dejó entrar a la mujer sin hacer una adaptación previo.
- ¿Y los compañeros?
-Los compañeros, por su cultura, tampoco estaban acostumbrados y no sabían cómo tratarnos. Al principio noté desigualdad en el trato, "conduzco yo", "tú no salgas que hace frío", me decían. Pero yo quería ser igual que ellos y no siempre les dejaba conducir, salía también y hacía mi labor igual que un hombre. Poco a poco nos hemos adaptado, compañeros y compañeras, hasta ser una de las instituciones con más igualdad de toda España.
- ¿Dependen de la legislación o pueden proceder motu proprio?
-Somos una institución reglada y reglamentada. La Guardia Civil ha creado recientemente el Comité para Igualdad Efectiva de mujeres y de Hombres en la Guardia Civil. Buscamos una igualdad total y queremos transmitir que no existe la discriminación en nuestra institución.
- ¿Igualdad también en el rango?
-Sí. A larga se verá más. No hemos ascendido por los roles y los estereotipos de la sociedad. Hemos preferido dedicarnos al cuidado familiar antes que a promocionar profesionalmente. En unos años habrá más mujeres en la escala de oficiales, estoy segura. Ahora sí hay la misma igualdad de oportunidades pero por cultura o lo que sea somos nosotras las que no hemos querido ascender.
- ¿Cómo combatir la imagen pública que se tiene de que son un cuerpo de hombres?
-Intentando que la sociedad elimine sus estereotipos. Educar desde pequeños a la gente, que sepan que no hay un trabajo de hombres o de mujeres, hay trabajos para personas. Y todo el mundo puede acceder a un trabajo de forma libre.
- Cuando están de servicio, ¿surgen problemas con la gente?
-Cada vez menos. La sociedad está más hecha a que haya mujeres en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Al principio chocaba, incluso no querían que les recogiésemos las denuncias. Les sorprendía e impactaba. Algunos para bien, también es cierto.
- ¿Alguna anécdota?
-Cuando estuve destinada en Manresa, los primeros años, hacia exteriores de cuartel con un chaleco antibalas y la Comandancia estaba en una curva. Te ponían en un punto fijo a vigilar y luego ibas rotando. Era una curva peligrosa, pasaba la gente de los pueblos al ver a una mujer había accidentes porque se quedaban mirándonos y nos tuvieron que quitar. Eso hasta que la gente se adaptó.
- ¿Cuál es el objetivo de futuro?
-Dar a conocer a la gente que es una profesión igualitaria, que animo a las mujeres y a los hombres para entrar en la Guardia Civil.
