En esos años casi no eran noticia las botaduras, pero en aquel caso había "una solemne botadura del ´Rey Pelayo´, que tiene un desplazamiento de 4.500 toneladas, en Astilleros del Cantábrico con la presencia de los armadores, del subsecretario de Marina Mercante y de diversas autoridades". Vemos anuncios como una máquina de coser Alfa, "se compra en el momento y se paga a plazos", y de Habanos, una nueva marca de cigarrillos.