Incrementar el número de empresas que contratan directamente con el cliente final y que realizan proyectos llave en mano es uno de los principales retos para que crezcan las exportaciones del metal asturiano, el principal sector industrial de la región.

Esa es una de las conclusiones del estudio realizado por Femetal sobre el posicionamiento de la industria del metal en las cadenas globales de valor. El estudio no es una radiografía completa del sector en Asturias, sino que se realizó analizando 26 de sus empresas más avanzadas, todas ellas integradas en Metaindustry4, clúster al que pertenecen 32 empresas punteras, 6 integradoras de tecnología, dos centros tecnológicos, la Universidad de Oviedo y 4 organismos empresariales.

El estudio, presentado ayer en el Foro del Metal por José Ramón Natal, Clúster Manager de Metaindustry4, hace una radiografía de la punta de lanza del sector en Asturias, empresas con marcado carácter exportador y buena imagen internacional y que tienen la capacidad para contratar directamente con el cliente final al menos en determinados segmentos del mercado, como el petroquímico, y las energías renovables (los sectores para los que más empresas trabajan) y las energías convencionales, la siderurgia y metalurgia, la minería, la industria química y el agua. En todos ellos hay empresas asturianas capaces de liderar proyectos y a su vez de tener un efecto arrastre sobre otras empresas asturianas del sector más pequeñas, a las que subcontratan.

Uno de los retos que tiene el metal asturiano es, respecto a estas compañías que tienen un efecto tractor sobre otras más pequeñas, es que también lleguen a poder liderar proyectos para clientes de la construcción naval, instalaciones científicas, cemento, automoción, papel, máquina-herramienta o alimentario, áreas donde el metal asturiano ya es capaz de ejecutar paquetes muy importantes, pero sin liderar el proyecto. También para otros segmentos de actividad para los que ahora se hacen pequeños trabajos, entre ellos el de Defensa, construcción, obra civil, aeronáutico y ferroviario.

Además del papel que tienen que jugar estas empresas tractoras, el estudio realizado por Femetal considera que otro de los retos del sector es que Asturias cuente con empresas que estén en todos los eslabones de la cadena, esto es, que la compañía que ofrece el proyecto llave en mano al cliente final pueda realizar toda subcontratación en Asturias, disponiendo de proveedores locales. En algunas cadenas de valor esa circunstancia ya se da. No así en la producción de bienes de equipo para la industria alimentaria, la de automoción, la ferroviaria y la aeronáutica.

La colaboración tanto entre empresas como con la administración es otra de las claves del crecimiento, según el informe. Entre otras cosas aboga por promover las actividades de cooperación tanto a nivel comercial como productivo de cara a conseguir proyectos internacionales de mayor dimensión.

Este último es un camino que ya han comenzado a recorrer varias pequeñas empresas asturianas del sector, ajenas al estudio, pero que están representadas en el Foro.

Se trata de dos grupos de empresas que están siguiendo los pasos de Idesa. Idesa es actualmente una de las principales compañías asturianas del sector, con importante presencia en mercados internacionales, que nació como una ingeniería para dar servicio a 12 talleres asturianos, hasta que se integraron en una única sociedad.

Siete empresas del sector de Gijón y Avilés, con actividades complementarias, optaron por constituir en 2012 Sglobals, con sede en el Parque Científico y Tecnológico de Gijón. Ingoal y Mecanizados Somonte, de Gijón y Mecanizados CAS, Galvanizados Avilés, Aceros Avilés, Inmeca y CPR, de Avilés, suman en conjunto 600 trabajadores. Juntas pueden llegar a donde por separado no podía; al mercado internacional. Ahora pueden ofrecer proyectos llave en mano. "Las grandes constructoras industriales internacionales lo que buscan es una solución", que es lo que ahora están en condiciones de ofrecer, realizando distintas fases del proceso fabril en cada taller, explica Roberto Rúa, responsable de desarrollo de negocio de Sglobals. Juntas ya exportan a ocho países de Europa, África y Lationoamérica. La optimización de recursos comerciales es, junto a la ingeniería, una de las claves de su éxito.

Por el mismo camino han empezado a transitar otros cinco talleres asturianos: Terman e Iturcemi, de Gijón; Noguera y Mecsa, de Llanera y HF Mecanizados, de Riaño, que suman entre los cinco 250 trabajadores. Estas empresas, complementarias, ya colaboraban con anterioridad y en 2016 decidieron crear Iberastur en colaboración con una ingeniería de otra comunidad autónoma. "Buscamos ofrecer un producto completo y definido; un tipo de hornos pequeños para petroquímicas y unidades de recuperación de calor", explica Santiago Rebollo, director de Iberastur. Aunque Iberastur aún está haciendo los trámites para constituirse en sociedad, ya ha ido a buscar clientes a países productores de petróleo. Irán, Kazajstán y Uzbekistán, además de Europa, son sus objetivos.

Fue Asturex quien animó a estos pequeños talleres a unirse para poder exportar. También han contado con apoyos del Idepa y el respaldo de Femetal.

Volviendo al estudio de Femetal, José Ramón Natal señaló que la mayoría de las empresas exportan a Europa y el Magreb (un 75%) y a Latinoamérica (60%). Le siguen África (44%), Oriente Medio y Norteamérica (ambos con un 40%). Sólo unas pocas empresas logran vender en Asia (20%) y Oceanía (12%) y son las que ofrecen productos diferenciados. De ahí que sea clave "apostar por la tecnología y la innovación para llegar más lejos", señaló.