Llegan los meses de ebullición y San Lorenzo se dispone a recibir la gran invasión de bañistas que soporta cada estío. Y este año está más preparada que nunca. O al menos eso indican los geólogos Germán Flor Rodríguez y Germán Flor Blanco, investigadores de la Universidad Oviedo que estudian la evolución del arenal gijonés dentro del observatorio creado por el Ayuntamiento. "De los últimos veinte años, va a ser el momento de más volumen de arena, indican.

Así se puede comprobar echando un vistazo: San Lorenzo tiene mejor aspecto que en pasados años, cuando temporales previos al verano provocaron una notable pérdida de sedimento en el arenal. Algo que corrobora Manuel Díaz, encargado de buena parte de las casetas que se instalan cada verano. "Este año hay mucha playa. Quedaron tapadas todas las rocas del tostaderu, no se ven de la arena que hay allí. Hay mucha. Llovió poco y el río no bajó desbordado", recalca Díaz. De hecho, las típicas casetas ya lucen sobre el arenal. Y más que en años anteriores, puesto que así lo ha autorizado la Demarcación de Costas después de percibir la recuperación de la playa. De las 140 instaladas, 69 son responsabilidad de Díaz. "El año pasado sólo pudimos tener 55. Estamos contentos, pero sobre todo por la gente", asegura.

El geólogo Germán Flor Rodríguez recalca que "la playa tiene un nivel de equilibrio muy sustancioso, muy alto". A lo que añade: "La parte alta y emergida ha conseguido acaparar mucho volumen de sedimento arenoso. Y eso se manifiesta en que toda la zona seca donde se ubican las casetas, más las zonas laterales y frontales, junto con la arena que ha entrado por el Piles en su desembocadura, cuentan con una acumulación muy importante. Y el 'tostaderu' ha conseguido tener volumen suficiente para no tener que recibir trasvase de arena".

Flor cree que San Lorenzo "ha alcanzado unos de los máximos posibles para la época de calma o verano". Recuerda que "la playa pasa por fases de crecimiento y erosión y éste es uno de los momentos de mayor volumen". De hecho, no cree que la ampliación portuaria haya tenido impacto negativo. Más bien al contrario: "Creemos que ha tenido un impacto en parte positivo en el sentido de que protege más la playa de oleajes del noroeste".