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Leire y Martina no pueden ir juntas a clase

Un matrimonio cuestiona que el colegio separe en aulas distintas a sus hijas mellizas "por criterios que no compartimos" y contra los que ya existen sentencias

Leire y Martina no pueden ir juntas a clase

Leire y Martina tiene 2 años, son mellizas y este año estrenan colegio. Han compartido guardería desde que tenían seis meses pero a partir de la próxima semana no van a estar juntas en el mismo aula. Los criterios pedagógicos que priman en el colegio Cabueñes y que vienen recogidos en el proyecto educativo del centro, el que eligieron a conciencia sus padres -por su línea de trabajo y también por logística familiar ya que ambos progenitores trabajan en el Parque Científico Tecnológico- no contempla la escolarización conjunta de los hermanos gemelos o mellizos.

No ocurre sólo en el colegio Cabueñes. En otros muchos centros también se separa a los hermanos para potenciar la autonomía y la individualidad de los niños. Pero Osmar Castrillo y Laura Rodríguez, padres de las niñas, no están de acuerdo. Y quieren alzar la voz contra esa decisión que les deja al margen. "Por cada informe pedagógico que me puedan presentar avalando la separación de las niñas nosotros podemos entregar otros que dicen lo contrario. Es un tema en el que hay debate y no hay un único y definitivio criterio. Por eso creemos que el centro debería tener en cuenta nuestra opinión como padres", explica Osmar Castrillo.

La reclamación de escolarización en el mismo aula ya la han hecho a la dirección del centro, al inspector de zona, la han planteado en redes sociales y esperan que la Consejería pueda decir algo al respecto. Además de su opinión como padres, han avalado su solicitud con una carta de las profesionales de la guardería donde se plantea que las pequeñas "hacen un gran equipo, se motivan mutuamente, se animan, se consuelan y se apoyan. Pese a su corta edad, cada una tiene su propia personalidad, su forma de hacer las cosas, sus gustos y preferencias", explican. Es decir, que no parece existir el temor de que una ejerza más liderazgo que otra, anule a su hermana o su unión las lleve a no relacionarse con otros compañeros, como temen muchas veces los expertos.

"Hemos aludido al vínculo existente entre las niñas, a su perfecto desarrollo social, a nuestra decisión como padres, y nada", dicen los padres, que hasta buscaron apoyos en una campaña en internet. El debate existe en España. En la Comunidad de Madrid este año se pidió a los centros que dejaran esa decisión en manos de las familias, e incluso en Extremadura un juez condenó a un colegio por separar a unos gemelos "contra la decisión de su familia". Por eso los Castrillo Rodríguez quieren generar reflexión también en Asturias. Por ahora no se plantean cambiar de centro, porque dicen claramente que el colegio Cabueñes "nos gusta y nos facilita la vida por su cercanía a nuestro trabajo", pero no quita que sigan sin claudicar en su batalla. Y otro aspecto, aunque no el principal, es la conciliación familiar "que podría implicar el doble de reuniones de tutoría", por ejemplo.

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