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Educación pide a los centros que lleguen a acuerdos con las familias de gemelos

La Consejería admite que el colegio Cabueñes separe de aula a dos mellizas, pero recomienda "conciliar criterios con el interés de los padres"

La familia Castrillo Rodríguez, con sus hijas.

La Consejería de Educación del Principado de Asturias tiene una postura "a la gallega" en la cuestión de si se debe escolarizar juntos o separados a los hermanos gemelos, mellizos, o de otro tipo de partos múltiples. A la vista del debate surgido ante el inicio de curso en el colegio Cabueñes, por la negativa de una familia a admitir sin reparos la separación de aula de sus hijas de 2 años, Leire y Martina, la Consejería ha querido precisar que, si bien se respeta la autonomía de los centros para decidir sobre el tema, también se valora que "se busque una conciliación entre los criterios educativos y el interés de las familias". De ahí, precisamente, que el inspector de zona al que la familia recurrió para frenar la escolarización separadas de sus niñas les transmitiera que "intentaría trasladar al centro la posibilidad de atender nuestra petición", como explicaron los padres de Leire y Martina, Osmar Castrillo y Laura Rodríguez.

Lo que está ocurriendo en torno a este tema es que, si bien hace décadas era normal la escolarización en el mismo aula de los hermanos, esa opción se ha convertido en mucho menos habitual en los centros. Detrás está la convicción creciente de orientadores y expertos en pedagogía que han hecho valer el criterio de que la independencia y la individualidad de los niños se favorece mucho mejor con la escolarización en distintas aulas. Contra ese criterio han surgido en España diversos movimientos de familias múltiples y ahora ese debate tiene su reflejo en Gijón.

Hace sólo unos meses la Comunidad de Madrid tuvo que intervenir en el conflicto, pidiendo a los centros que atendieran el interés de cada familia. En Extremadura unos padres lograron una sentencia a su favor, que reconoce que sin una norma estricta al respecto, debería primar el interés de los padres. Y sin llegar a tanto -por ahora no se plantean un recurso judicial-, los Castrillo Rodríguez están en la pelea para que se respete su decisión como padres. "Por cada informe pedagógico que avale la separación nosotros podemos presentar otros que dicen que es bueno que vayan juntas. Si son mis hijas, debería poder decidir yo lo que más les conviene. Otro argumento al que podríamos apelar también, aunque no sea el más importante, es el de la conciliación. Siempre se hace más fácil con las niñas en la misma clase que en distintas. Elegimos el colegio porque nos encajaba todo: su proyecto, el horario, la cercanía al trabajo... y no creemos que puedan imponernos esto", sostiene Osmar Castrillo.

Otros centros gijoneses consultados reconocen que, si bien de entrada recomiendan la escolarización separando a los gemelos, "explicamos a las familias las razones, los beneficios que tenemos comprobados y los criterios pedagógicos que avalan esa decisión. Pero ante una posición firme de los padres, también es cierto que solemos tenerlo en cuenta".

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