La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Razones de peso para desfilar

La gijonesa Yolanda Cortizo triunfa en París organizando eventos y pasarelas de moda para mujeres que necesitan tallas grandes, un campo "aún por explotar"

Razones de peso para desfilar

La gijonesa Yolanda Cortizo mide 1,65, pesa 120 kilos y tiene las cosas muy claras: "la belleza no tiene talla y estamos ante un mercado, el de las tallas grandes, que no es real y que aún está por explotar". Cortizo, que lleva más de 25 años viviendo en Francia, ha emprendido su particular cruzada para acabar con la "grosofobia", o lo que es lo mismo, "el rechazo a la gente que está por encima de su peso" desde el convencimiento de que "se puede ser bella peses lo que peses", con estilo "y sin caer en la vulgaridad".

La "aventura" de Yolanda Cortizo arrancó hace un par de años de forma casual, cuando estaba en una tienda parisina probando ropa y los dueños le propusieron desfilar para ellos. Hoy en día trabaja con media docena de creadores como modelo, y se ha dado cuenta de que "las modelos de tallas grandes que vemos en los desfiles no responden a la realidad, porque miden 1,80 y llevan una talla 44; eso no es una talla para mujeres gorditas", asegura. Por eso, muchos catálogos la reclaman para "posar en las páginas interiores atendiendo a un canon real, para que las mujeres de verdad vean cómo les quedaría a ellas esa ropa que lucen las modelos en portada".

Ante lo "irreal" del mercado de las tallas grandes, Cortizo ha iniciado una campaña de concienciación en París para "que las mujeres vean que con estilo pueden disimular aquello que no les gusta de su cuerpo", amén de trabajar para que "se den cuenta de que tenemos que aceptarnos como somos, y la moda es moda y punto, sin etiquetas". Con estas banderas la gijonesa ha empezado a organizar eventos en Francia "para dar a conocer las tallas grandes y dar consejos".

Su batalla pasa por hacer crecer la autoestima de quienes están por encima de una talla 44, porque "veo que estamos muy atrasados; la ropa grande parece para viejas y la moda que existe hoy en día no es la adecuada para la forma del cuerpo de la mayoría de las mujeres". Por eso, la gijonesa ha empezado a moverse con la organización de desfiles de modelos "con maniquíes de hasta 87 años, porque la moda no tiene edad", y con todo tipo de tallas "porque el estilo y la elegancia no dependen del tamaño". En el país galo ha empezado a colaborar con varios diseñadores en este campo, ha sido seleccionada para la presentación de un vídeo promocional, para un calendario internacional y cuenta con un blog en Internet (YoliCurves) en el que aconseja a todas las personas que se lo pidan. Además, desde hace un año organiza una recogida de ropa de talla grande para llevarla a una asociación parisina de mujeres maltratadas y que viven en la calle. Junto con un grupo de colaboradoras las maquilla y les da a escoger ropa, accesorios, calzado y productos de belleza. Su intención, ahora, es poner en marcha las mismas ideas en Asturias, donde regresa cada año para darse cuenta de que "las tallas grandes tienen mucho camino que recorrer".

Compartir el artículo

stats