Aunque el espectáculo pudo verse el viernes en la laguna de Braña 'l Ríu, en Langreo, no defraudó ayer el "Piano flotante" o "Le piano du lac" (en francés) programado por "Arenas Movedizas" en el décimo quinto aniversario del singular circuito de propuestas artísticas audiovisuales en espacios no convencionales. Una multitud tomó la baranda del muelle gijonés y espacios aledaños para seguir una propuesta que hilvana música y "performance".

La propuesta (la más seguida de las programadas este año en "Arenas movedizas") llegaba ayer además, en Gijón, a sus cien espectáculos. Delphine Coutant, Philippe Sérane, Vöel Martin, Aurélie Richer son "La Volière aux Pianos" y están embarcados, nunca mejor dicho, en una gira cantábrica en la que enseñan al público cómo es posible percibir el arte de otra manera a partir de ciertas descontextualizaciones.

Para el espectáculo gijonés contaron con la bailarina y artista pluridisciplinar Mónica Cofiño, de la asturiana"La Xata la Rifa". El protagonista de esta edición de "Arenas Movedizas", que finaliza hoy después de tres días de actividades, es el mar Cantábrico. Aunque "Piano flotante" fue el mayor atractivo del circuito, hubo otras propuestas artísticas de interés. La artista germano-asturiana Fee Reega se hizo con la megafonía del muro de la playa de San Lorenzo para contar un relato de náufragos y otras peripecias marítimas. En la calle Atocha, en Cimavilla, se desplegó, desde "Proyecto rederas", un concurso de fotografía y un encuentro audiovisual. Y prosiguieron las instalaciones o actividades planteadas en Laboral, el kiosco de Los Campos (con Jonathan Notario) o Manuel Llaneza.