El pintor gijonés Marcos Tamargo (1982) inauguró ayer en la sala Alfonso XIII, en Madrid, la exposición "Anábasis blanca", una muestra de la última obra del artista, con trabajos en pequeño, mediano y gran formato en distintos soportes: lienzo, tabla y papel hecho a mano.
Tamargo, uno de los pintores asturianos de mayor proyección nacional e internacional, ha renovado su paleta a partir de la introducción del gris y el negro. Deja atrás, por el momento, los colores ocres, mostaza y rojos de su etapa pictórica africana.
"He buscado plasmar, por un lado, los viajes que he realizado por Europa y el amor mi familia, pero también el momento social en el que vivimos; es una obra más reivindicativa, en lo que a la inmigración y la crítica social se refiere", explicó el pintor.
Además de esta exposición, Tamargo participa estos días en la colectiva "Smylife Colection Beauty Art". El objetivo es recaudar fondos para la Fundación Mensajeros de la Paz a través de una subasta que se hará en el Museo Thyssen-Bornemisza.
