Con él se volcó Asturias. Pero, lo más importante, él (y su familia) han hecho gala de una gran capacidad de lucha. Kike Gomes Brandi, el niño gijonés aquejado de una enfermedad rara y que pudo operarse gracias a la solidaridad de miles de asturianos, sigue en su "batalla sin cesar", como reza el himno del Sporting, club del que son aficionados sus padres.

Sus padres han decidido mantener al tanto de su evolución a los asturianos a través de la cuenta de facebook "Ayuda para Kike", creada en su día como parte de la campaña de movilización para ayudar al pequeño. Y lo hacen en primera persona, como si fuese el propio Kike el que lo contase. Esta semana han llegado noticias de este pequeño gran luchador que emocionó a Asturias: ha superado una nueva operación.

Esta vez, Kike Gomes tuvo que ser intervenido para retirarle un tumor benigno junto a un ojo que le estaba causando complicaciones. Otra prueba superada en la corta pero intensa carrera de obstáculos que ya le ha planteado su vida a sus cinco años de edad. Hizo gala de su gran capacidad de recuperación, pero, a los pocos días, de nuevo otro obstáculo y otra superación. Así lo contaron esta semana en la cuenta de Facebook "Ayuda para Kike": "Hace tres semanas me operaron de un ojito, me tuvieron que quitar un tumor benigno que estaba dando guerra pero todo salió muy bien. Este fin de semana me puse malito y me han tenido que ingresar otra vez. Nos llevamos un susto pero ya sabéis que soy todo un guerrero y hoy ya me río, me voy encontrando mejor".

Kike, junto con su familia, no deja de ganar batallas, mostrando, tras cada una de sus victorias, una insuperable capacidad de alegría para hacer frente a momentos adversos. "La vuelta al cole ha sido muy buena; cada día me encuentro mejor y más activo. Vamos, que soy un terremoto", cuentan en su Facebook.

Así sigue la vida del niño con esclerosis tuberosa -enfermedad por la que el cuerpo produce tumores no cancerosos de forma masiva- que recibió el cariño de Gijón y Asturias, gracias al cual pudo ser intervenido quirúrgicamente para retirarle los bultos del cerebro que le originaban crisis epilépticas incontrolables e impedían su desarrollo. Esa operación fue el punto de inflexión en la vida de su familia, que, desde entonces, no ha parado de ganar unas batallas de las que mantienen informados a los asturianos, porque "se lo debemos" -confiesan- tras su generosidad con la campaña "Ayuda para Kike".