Festejaban los vecinos a su patrona pero había problemas. Un grupo de diez vecinos (no había en ese momento Asociación de Vecinos), liderados por Constantino Fernández se había personado en el Ayuntamiento, y además iban acompañados por el cura y el maestro de la barriada, "y aprovechando que están en fiestas protestaban ante el alcalde por su mal estado, llena de baches, sin poder transitar por ella, de la vía que lleva desde Tremañes hasta la casa del Mineru en Santa Bárbara".