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Asturias sufre la subida del precio del oricio por la demanda francesa e italiana

Los hosteleros gijoneses pagan dos euros más por kilo que hace un año

Orlando Cáncer sirve en su restaurante una docena de oricios. MARCOS LEÓN

Asturias no compite sola por el oricio gallego: Francia e Italia cada vez quieren más y, en consecuencia, los precios se disparan. Los hosteleros de la región pagan hoy dos euros más (de 7 a 9) por kilo que hace un año; una subida que sin embargo tienen que asumir para evitar que el consumo descienda. La docena se mantiene por tanto a 16 euros. El principal mayorista gallego y el que abastece con erizos de mar a casi todas las sidrerías de Gijón, Jesús Pedreira, vende todos los días en el Principado una media de 3 toneladas, que multiplicadas por los meses que dura la campaña -cinco: de noviembre a marzo- hacen un total de 453. En términos económicos, más de 4 millones. Eso es, como poco, lo que sacan los pescadores de Galicia de los chigres asturianos.

Aunque pueda pensarse que la veda regional -hasta septiembre de 2018- beneficia a la comunidad vecina, Jesús Pedreira, de Camariñas (La Coruña), asegura que las ventas en la región han bajado a consecuencia de la subida de precios. "Antes llevaba el doble de kilos, unos 6, a Gijón, Oviedo y Avilés. Cambió muchísimo la cosa", afirma. Lo mismo cuentan los hosteleros gijoneses, quienes señalan que la fiebre por el oricio bajó de forma sustancial en los últimos años. "Ahora compro unas 10 toneladas por campaña, mientras que antiguamente superaba las 14", comenta el propietario de la sidrería El Globo, Armando Rodríguez.

El oricio que no entra en Asturias, sale al exterior. El principal comercializador de erizos de Galicia asegura que el tirón del mercado francés e italiano es cada vez mayor. "Las comunicaciones fueron mejorando y ahora Asturias tiene competidores muy fuertes. Y no es lo mismo la economía de París que la de Gijón", explica Jesús Pedreira, que lleva cargamentos de lunes a jueves a Francia y sale dos veces a la semana a Italia. Con todo, el negocio del oricio está en auge en Galicia, a diferencia de en Asturias, donde su pesca está vedada desde septiembre de 2016 como consecuencia de la escasez de ejemplares.

"El erizo asturiano nunca fue un competidor para nosotros. No se comercializan cantidades industriales. La diferencia radica en que en Galicia está permitido el buceo y se hacen traslados de poblaciones en verano", detalla. Prueba de ello es que en 2015, el año más próximo a la veda, no se descargaron en los puertos asturianos más de 10 toneladas.

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