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Ayuntamiento, Puerto y Principado hacen frente común para acabar con el plumero de la Pampa

El Consistorio pide ayuda para erradicar la planta invasora: "Una Administración sola no puede asumir el coste total"

Un ejemplar de cortaderia selloana en el concejo. ÁNGEL GONZÁLEZ

El Ayuntamiento de Gijón ha pedido ayuda al Gobierno del Principado y a la Autoridad Portuaria para acabar con la proliferación descontrolada de cortaderia selloana, o plumero de la Pampa, que afecta al concejo. Así, el Consistorio gijonés ha remitido una propuesta al Puerto y a la administración regional que "están aún estudiando" para atajar la invasión.

"Es un problema muy serio", confirmó ayer Manuel Arrieta, concejal de Mantenimiento y Obras del Ayuntamiento de Gijón. No en vano, el concejo es el más afectado por la proliferación de esta planta. Según cálculos realizados por la consejería de Medioambiente del Principado, a finales del pasado año, en la región se contaban alrededor de un millón de plantas, cuya mayor población estaba situada en Gijón, con alrededor de 300.000 plumeros.

Por ello, el Ayuntamiento gijonés elevó un grito de ayuda al resto de administraciones, con la intención de "estudiar de qué forma se puede acabar de forma eficaz con el plumero", aseveró Arrieta, quien pone el foco en encontrar un protocolo "eficaz y económico" que permita acabar con la problemática de la cortaderia.

"Se necesita la colaboración de las tres administraciones, incluso el Gobierno central con la puesta en marcha de un plan nacional", enfatizó Arrieta. "Lo que está claro es que una sola administración no puede hacer frente al montante total de la operación, que va a ser muy costoso". Y menos aún el Ayuntamiento de Gijón, que inaugura este año 2018 nuevamente en situación de prórroga presupuestaria, con las restricciones económicas que ello supone.

Lo que es evidente es que Ayuntamiento, Autoridad Portuaria y Gobierno del Principado están "cruzando datos" entre sí para ver cuál es la mejor solución a una problemática que lleva meses preocupando a administraciones y vecinos. "Lo más importante es ver dónde se debe actuar, cuáles son las zonas más afectadas", explicó Arrieta que, aseguró, "eso está todo perfectamente controlado". De hecho, el edil explicita que hay terrenos afectados pertenecientes a distintos propietarios: Ayuntamiento, Principado, Autoridad Portuaria, Confederación Hidrográfica del Norte, empresas, particulares, o el Estado, "como en el caso de las autopistas", además del principal foco de expansión de esta planta invasora: los polígonos industriales, como la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia), en cuyo consejo de administración están representados, precisamente, Ayuntamiento, Puerto y Principado. "Sin la colaboración de todos no podemos hacer nada" , insistió Arrieta,. La administración regional pide que la especie sea considerada en la Unión Europea como "invasora preocupante" , lo que psobilitaría disponer de fondos europeos para su erradicación.

En Gijón, además, se suma una nueva circunstancia adversa ya que en el Pleno del 9 de diciembre de 2015, se acordó el "cese del uso no agrario del glifosato", el herbicida que mejores resultados había obtenido a la hora de erradicar la cortaderia, por posibles efectos cancerígenos que había advertido la Organización Mundial de la Salud, aunque la Unión Europea aprobó su uso para los próximos cinco años. Debido a ello, la opción que más enteros gana es el arranque mecánico desde la raíz de la planta, mediante maquinaria. Una técnica muy trabajosa y eminentemente costosa.

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