La comisión de agroganaderría del PP de Asturias acordó ayer en Gijón dirigirse al Ministerio de Agricultura para pedirle que no obligue a aplicar en la práctica totalidad de las explotaciones ganaderas asturianas el real decreto que obliga a enterrar los purines y el cucho, para reducir emisiones contaminantes a la atmósfera de amoniaco y anhídrido carbónico, en aplicación de la normativa europea.

"Se puede excepcionar a Asturias prácticamente en su totalidad, de la aplicación de esta norma", señaló el diputado regional Luis Venta. El PP de Asturias pide al Ministerio que queden exentas: Las parcelas con más de un 10% de pendiente media "que es más del 90% del territorio en Asturias", las parcelas menores de media hectárea, las parcelas donde el 25% es pedregoso en las que "los ganaderos no ganarían para las averías que supone la inyección en esos terrenos de purín"; las explotaciones con estabulación libre "que son más del 85%" y las explotaciones que por ley en Asturias tiene una fosa de purín cubierta. El hecho de que la ganadería en Asturias sea de vacuno, con purines menos contaminantes que los de porcino y aviares, así como que la temperatura media en la región sea inferior a 13º centígrados, son otros argumentos. La orografía asturiana también implica un elevado riesgo de accidentes laborales, si se obliga a enterrar purines y chucho, con maquinaria, en terrenos con fuerte desnivel. Cueli acusó ayer al gobierno regional de estar "remolón para defender los intereses de los ganaderos asturianos" y de haber generado "incertidumbre con su pasividad".

El PP también apuntó que el Gobierno ha aumentado las ayudas de la PCA que recibirán los jóvenes ganaderos (hasta 40 años) que pasan de ser un 25% a un 50% más de las que reciben los que sobrepasan esa edad.