La nueva industria avanza a paso firme en Gijón, y las aplicaciones basadas en la digitalización (la llamada industria 4.0) no dejan de aumentar, especialmente las basadas en campos en plena expansión como la utilización de drones. Es el caso de la gijonesa Azisa, que en apenas dos años de vida ha conseguido diseñar y poner al servicio de la industria aparatos tan novedosos como un submarino para tareas de inspección.
Se trata de un aparato equipado con un sistema con cable hasta 300 metros, vídeo en alta definición, sistema de iluminación y la posibilidad de incorporarle sensores externos y diversas funcionalidades. Raúl Álvarez, uno de los socios fundadores, explica que el aparato ha sido fabricado en Murcia y adquirido por Azisa, que de esta manera se convierte en pionera en Asturias en ofrecer un servicio que puede tener importante repercusión para, por ejemplo "revisar tanques para los que sería necesario meter a un submarinista o vaciar los depósitos", con el consiguiente riesgo laboral y pérdida de tiempo y dinero para las compañías. Su sistema submarino ha sido pensado además para poder sumergirse en todo tipo de medios acuáticos, incluido el químico gracias a la utilización de cámaras especiales, con la opción de acoplarle brazos robóticos para acometer algunas tareas sencillas.
El campo de aplicación es extenso, como razona Raúl Álvarez. "Se puede usar en todo tipo de depósitos, en presas y embalses en los que resulta compleja la inspección por las dimensiones". El dron submarino se encarga de la recogida de datos de los espacios que inspecciona, lo que permite el análisis y la redacción de informes para los clientes. Es "un servicio pionero", señala Álvarez, que se completa con otros drones recién creados para otro tipo de tareas.
Como un robot terrestre para su uso en espacios como galerías cerradas, redes de agua o alcantarillado, que utiliza la misma tecnología que los drones, con cámaras y sistemas de navegación que le permiten orientarse y acceder a espacios de manejo complicado. O como el primer dron marino español recientemente estrenado para realizar inspecciones en instalaciones portuarias, por ejemplo, o para revisar pantanales o diques. Se trata de un barco de superficie controlado como un dron aéreo y con un sistema electrónico muy similar que llega donde otros medios no son capaces de hacerlo.
Y junto con ello la empresa gijonesa también ha sido pionera en completar con éxito la primera inspección de las instalaciones interiores de una central nuclear que se lleva a cabo en España con un dron. De hecho, fue la segunda vez que se hizo en Europa: la primera fue en una instalación francesa.
Azisa Drone Company nació en el Parque Científico Tecnológico de Gijón en 2016, y ha escalado de forma meteórica en el sector de la aplicación de los drones a trabajos industriales gracias al apoyo de Gijón Innova Empresas y al CEEI, el Centro Europeo de Empresas e Innovación.
