El procesado, F. J. G. de 38 años, reconoció esta mañana la agresión cometida contra su padre, de 85 años de edad Lo hizo con sus capacidades intelectivas y volitivas mermadas debido a su historial de adicción a sustancias psicotrópicas. En consecuencia, la magistrada del Juzgado de lo Penal número 3 de Gijón le ha impuesto dos años de prisión por el delito de atentado, seis meses de cárcel por el delito de atentado contra agente de la autoridad -lanzó un somier de la cama a uno de los agentes de la Policía Local que intervino para auxiliar al octogenario y además recibió varias patadas por parte del acusado- y una multa de 120 euros por un delito de lesiones. También deberá indemnizar a su padre con 700 euros; con 350 euros al policía y con 298,71 euros al Sespa por los gastos médicos generados.

El ya condenado arremetió contra su padre con violencia en su casa, en junio de 2017. Le propinó puñetazos con violencia en la cara y la cabeza. Después llegó la Policía alertada por un vecino que escuchó los gritos. El agresor se escondió bajo la cama y luego lanzó un somier contra los agentes. Hechos que el propio implicado reconoció esta mañana. La Fiscalía pedía para él, en un principio, cinco años de prisión.

La condena incluye desde esta misma mañana la prohibición de acercarse a su progenitor a menos de 300 metros y de comunicarse con el por cualquier medio durante los próximos cinco años. Dado que hubo acuerdo entre las partes se declaró firme la sentencia.