Un gijonés de 49 años deberá responder ante el juez por agredir con violencia a su padre, un hombre de 85 años al que propinó fuertes puñetazos en la cabeza y en la cara, y arremeter después contra los agentes de la Policía que trataron de auxiliar al octogenario. Está acusado de varios delitos -lesiones y atentado a agente de la autoridad, principalmente- por los que la Fiscalía pide una condena de cinco años de cárcel.

Los hechos ocurrieron en el mes de junio del año pasado. Sobre las dos de la madruga un vecino alertó a la Policía al escuchar los gritos del octogenario, que había sido víctima de la agresión de su propio hijo. A llegar los agentes de la Policía Local localizaron al acusado debajo de una cama del domicilio y, antes de ser detenido, les lanzó el somier de la cama y propinó varias patadas en la rodilla derecha a uno de ellos.

La de esta mañana no será la primera vez que el acusado declare ante el juez, puesto que concurre en esta causa la agravante de reincidencia respecto al delito de lesiones. La Fiscalía le atribuye también otro delito de atentado, de lesiones y leve de lesiones. Además de los cinco años de cárcel interesa otros cinco años de alejamiento, que implicaría la prohibición de aproximarse a su padre, a su domicilio o lugares frecuentados en un radio de 300 metros y tampoco podría comunicarse con él durante un lustro. Además pretende la imposición de una multa de 480 euros. En materia de responsabilidad civil, solicita una indemnización para el padre de 700 euros, otra de 320 euros para el agente agredido y otros 298 euros para el Sespa por los gastos médicos.