No se han cumplido aún dos meses del estallido de la polémica por las precarias condiciones del Museo Casa Natal Jovellanos, el principal centro de exposición de la importante pinacoteca municipal gijonesa. El fallecimiento el pasado martes 20 de Alejandro Mieres, uno de los autores fundamentales del arte asturiano del último medio siglo, vuelve a poner bajo el foco las insuficiencias de la instalación de Cimavilla, donde también se preserva la memoria del gran ilustrado que nació en esa casona. Las limitaciones de espacio hacen imposible, al menos por el momento, poder dedicar una sala permanente a la obra del artista nacido en 1927 en Astudillo (Palencia) y afincado desde 1960 en Gijón.
La exposición municipal de homenaje a Alejandro Mieres se inaugurará mañana, jueves, y estará en el Museo Casa Natal Jovellanos hasta el próximo 8 de abril. Pero se ha descartado la posibilidad de mantener con carácter fijo esa muestra, aunque la mencionada pinacoteca, con la que Alejandro Mieres mantuvo siempre una "estrecha vinculación", conserva en su colección algunas piezas notables.
Ese conjunto de los fondos artísticos de Bellas Artes, al que se añadirán otras piezas sobresalientes propiedad de la familia del pintor, constituirá la base de una exposición que reunirá unas quince obras. Con unos y otros cuadros se pretende ofrecer una visión amplia de Alejandro Mieres, sin llegar, claro, a la panorámica que se dio en septiembre de 2016 en la exposición que acogió el Museo Barjola. Entonces se pudieron ver trabajos del artista, fechados en los años cuarenta y cincuenta, que ayudan a explicar el paso desde una figuración muy personal a la posterior abstracción en la que se movió un pintor que hacía más bien poco caso de estas diferenciaciones académicas.
Esta exposición temporal de homenaje a Alejandro Mieres ocupará dos salas del Museo Casa Natal Jovellanos, junto al corredor de la instalación, según explicó ayer la directora de Bellas Artes de Gijón, Lucía Peláez Tremols. Esta técnica presentó hace semanas un informe, en comisión municipal, en el que detallaba las insuficiencias del inmueble de Cimavilla. Avisaba ahí de la falta de condiciones para "garantizar" los fondos. A esa grave situación hay que añadir además, que unas cinco mil piezas permanecen almacenadas en una cámara de la antigua fábrica de cerámicas Piti por falta de espacio para su exposición.
A raíz de la publicación por este diario del contenido del informe de Lucía Peláez, los grupos políticos con representación municipal propusieron diversas alternativas sin que, al cabo de los días, se haya insistido más en su concreción. Dicho de otra manera: la situación es la que era, como prueba ahora la dificultad para dedicar una sala permanente a Alejandro Mieres, artista con obra en el Reina Sofía, el Museo de Arte Abstracto de Cuenca o el Museo de Bellas Artes de Asturias. ¿Qué se desmonta en el Museo Casa Natal Jovellanos para abrir una sala fija dedicada al artista recién fallecido? Es la consecuencia de la falta de un plan bien diseñado, con espacios suficientes y en perfectas condiciones, para mostrar las propiedades artísticas de los gijoneses.
