El balance era que EMA había recaudado 41 millones de pesetas durante el año anterior, que había aumentado mucho el consumo y también las horas de servicio domiciliario. En Gijón las restricciones en el suministros de agua a los domicilios eran cosa corriente; el suministro esa temporada era, "ante la pertinaz situación de sequía", entre las siete de la mañana y las tres de la tarde, el resto del día no había agua en las casas. La empresa nombraba ese día como consejero a Claudio Fernández Junquera.