"Con el Cristo de la Abadía empiezan las romerías". La multitud que ayer asistió a la jornada central de las celebraciones de Cenero dio por bueno el viejo dicho que circula entre los gijoneses de la zona rural, y que fue recordado ayer por el párroco del Corazón de María, Simón Cortina, durante la celebración de la eucaristía festiva.

Cortina fue el encargado de concelebrar la misa junto con el párroco de la Abadía de Cenero, Albino Laruelo, en una sesión que el buen tiempo se encargó de lucir aún más. Antes de la celebración religiosa, los asistentes pudieron disfrutar de la buena música con la actuación del Coro Minero de Turón. Y acto seguido, se celebró la tradicional procesión a la Altarina.

Una vez finalizados los actos formales, cientos de personas participaron en la sesión vermú en la carpa del prau de la fiesta, con las actuaciones de bailes regionales a cargo de los grupos folclóricos "El Turruxón de la Abadía", "El Pericote" de Llanes y "Sabugo Tente Firme" de Avilés.

Fue el mejor broche para unos festejos que arrancaron el viernes con homenajes y pitanza para los socios y que continuaron el sábado con juegos tradicionales y concursos de sidra, empanada y escanciadores.

Es la primera de la ronda rural gijonesa, y además, la romería de Cenero lució en esta ocasión con el sol.