El hombre de 34 años acusado de abusar sexualmente de su primo, menor de edad, durante ocho años mantuvo ayer su inocencia ante el tribunal de la sección octava y negó cualquier acto de contenido sexual entre ambos y por los que el ministerio fiscal requiere una condena de diez años de cárcel y otros seis años de libertad vigilada.

La vista oral, que continuará hoy, se celebró a puerta cerrada y en todo momento se evitó el contacto entre acusado y supuesta víctima de estos hechos. Durante la sesión declararon también los familiares de ambos implicados, que ayer coincidieron -como siempre ocurre- en el mismo pasillo antes de entrar en la sala a declarar, no así el joven menor de edad.

El fiscal sostiene que "con ánimo libidinoso", pero sin emplear "fuerza ni intimidación", obligó al menor tener relaciones sexuales completas durante ocho años, hasta que el joven se lo contó a sus padres.

Diez años y medio de cárcel y seis de libertad vigilada

Una vez concluida la instrucción se decretó la apertura de juicio oral, que se celebrará a puerta cerrada para garantizar la intimidad de la víctima. El procesado afronta una pena de cárcel de 10 años y seis meses de prisión que le pide el Ministerio Fiscal -la familia del joven ejerce la acusación particular y están representado por una letrada del Centro de Atención a Víctimas de Agresión Sexual y Maltrato (Cavasym)- además de una indemnización de 10.000 euros por los daños morales a través de su representante legal puesto que todavía es menor de edad. También el pago de las cosas procesales.

La petición inicial de la Fiscalía incluye seis años de libertad vigilada con una serie de medidas para garantizar la protección de la víctima. De ser condenado, el acusado tendrá prohibido aproximarse a la víctima, o a aquellos de sus familiares u otras personas que determine el tribunal de la sección octava de la Audiencia y tampoco podrá existir comunicación alguna ni con la víctima ni con aquellos familiares o personas que se establezca. Además, y durante seis años también, le estará prohibido desempeñar determinadas actividades que puedan ofrecerle o facilitarle la ocasión para cometer hechos delictivos de similar naturaleza. Por último, estará en la obligación de participar en programas formativos, laborales, culturales, de educación sexual u otros similares.

Atención a víctimas de agresión sexual

Desde Cavasym llevan años trabajando con víctimas de agresiones sexuales y casos de maltrato facilitando desde un primer momento atención jurídica de principio a fin, atención social y ayuda psicológica totalmente gratuita para contribuir a que las víctima se repongan de estos episodios. La mayor parte de las agresiones sexuales, según su experiencia, son dentro del círculo familiar y más cercano a la víctima, hasta en un 70% de los casos.