Tegucigalpa

Los seguidores del derrocado presidente de Honduras, Manuel Zelaya, volvieron a exigir el sábado su regreso al poder, mientras que el gobernante Roberto Micheletti expresó que no desea que vuelva el embajador de EE UU, Hugo Llorens, quien salió del país por asuntos personales.

Las protestas a favor de Zelaya se celebraron de nuevo en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, informaron a «Efe» dirigentes del movimiento de resistencia popular que exige la restitución del mandatario depuesto.

Tras los disturbios violentos registrados el martes y el miércoles en Tegucigalpa, cuando los partidarios de Zelaya se enfrentaron con la Policía, las marchas del movimiento popular son seguidas de cerca por las fuerzas del orden.

Según la Policía, el seguimiento de las marchas es una «medida preventiva ante eventuales disturbios». Para los manifestantes, el seguimiento que les hacen policías y militares es una «actitud amenazante», dijo Sergio Rivera, dirigente de un sector de los maestros que participan en las protestas.

Al menos once seguidores de Zelaya, entre ellos un venezolano, fueron encarcelados por delitos cometidos durante disturbios en Tegucigalpa, informaron ayer fuentes judiciales.

El juez dictó medidas sustitutivas de prisión para otros 13 hondureños que fueron detenidos durante los disturbios ocurridos el miércoles en el centro de Tegucigalpa, donde una marcha de simpatizantes del derrocado presidente fue disuelta violentamente por la Policía.

En San Pedro Sula, Micheletti expresaba que «ojalá que no vuelva» el embajador de Estados Unidos en Honduras. «Parece que él se fue de vacaciones, tengo entendido; pero replegaron el asta y su bandera, así que ojalá no vuelva», dijo Micheletti en un acto con reservistas de las Fuerzas Armadas.

Ante versiones extraoficiales de medios locales de prensa acerca de que Llorens habría sido destituido como embajador, la legación diplomática estadounidense en Tegucigalpa informó el viernes en un escueto comunicado de que «está en un viaje personal. Él no ha sido retirado».

Micheletti acusó a Llorens de «intromisión» por haberse reunido recientemente en Managua con Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio y sustituido por el ahora gobernante hondureño, designado por el Parlamento.