Oviedo, Agencias

La cooperante británica Linda Norgrove, secuestrada en Afganistán el pasado 26 de septiembre, murió el viernes por la noche a manos de sus captores durante una operación militar para rescatarla, informó ayer el ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague.

Norgrove, de 36 años, perdió la vida durante la operación para liberarla encabezada por fuerzas de EE UU, según el Foreign Office. La británica, oriunda de la localidad escocesa de Sutherland, había sido secuestrada junto con tres afganos cuando los dos vehículos en los que viajaban en la provincia oriental afgana de Kunar fueron detenidos por hombres armados.

El primer ministro británico, David Cameron, afirmó ayer que fue «correcto» tratar de rescatar a la cooperante. «Me solidarizo con la familia de Linda, que estará muy afectada por esta trágica noticia. Ella estaba haciendo un trabajo valioso para la población afgana», dijo Cameron en una declaración. Al parecer, las fuerzas británicas no participaron en el intento de rescate, según medios del Reino Unido.

La muerte de Norgrove no agotó la nómina luctuosa de la jornada en el país centroasiático, donde cuatro soldados italianos murieron y otro resultó herido grave en un atentado perpetrado en el distrito de Gulistan, en la frontera con la provincia suroccidental de Helmand.

Los cinco militares, del cuerpo de alta montaña, viajaban en un vehículo Lince que formaba parte de un convoy de más de 70 vehículos que sufrió un atentado con bomba. Con estas víctimas son ya 34 los militares italianos muertos en Afganistán desde 2004.

En el vecino Pakistán, continúan los ataques de los rebeldes a los vehículos de suministro de las tropas de la OTAN. Un grupo de unos 20 pistoleros incendió 28 camiones en la zona fronteriza del Suroeste. Los vehículos transportaban combustible para las tropas aliadas en Afganistán.

Los ataques a los camiones de suministro se han intensificado en los últimos días a causa del cierre por Pakistán de su frontera con Afganistán para impedir su paso. Se trata de una represalia pakistaní por los ataque aéreos en los que días atrás murieron tres de sus soldados. La situación debería mejorar a partir de hoy, ya que Pakistán anunció ayer que, tras nueve días de bloqueo, reabre «con efecto inmediato» el principal paso fronterizo, el de Torkham, situado en el Noroeste.