Washington

La secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, mantiene su confianza en Mark Sullivan, director del Servicio Secreto, aunque ayer dijo que se asegurará de que no haya otro escándalo de prostitución como el que implicó a sus agentes en Colombia antes de la Cumbre de las Américas. Barack Obama llamó ayer «bobos» a los empleados del servicio secreto involucrados en el escándalo. Napolitano volvió a garantizar que la seguridad del presidente no corrió peligro como resultado del comportamiento de algunos agentes en vísperas de su llegada.

Hasta ahora nueve agentes del servicio secreto han renunciado o han sido expulsados de la agencia encargada de la protección del presidente de Estados Unidos, funcionarios del Gobierno, candidatos presidenciales y otras figuras prominentes.

Según las investigaciones, algunos miembros del servicio secreto contrataron en Cartagena prostitutas que fueron llevadas al hotel donde se alojaba el destacamento, antes de que llegara la delegación presidencial.

En total 24 personas (12 agentes del Servicio Secreto y 12 miembros de las Fuerzas Armadas- son investigadas por el escándalo.