Kiev / Moscú / Bruselas

El Gobierno alemán descartó ayer el ingreso de Ucrania en la OTAN en estos momentos, un asunto que, para Berlín, "no está en el orden del día", según manifestó un portavoz de la canciller Merkel. El portavoz hizo estas declaraciones después de que el Gobierno de Kiev remitiera el viernes al Parlamento un proyecto de ley para renunciar a su estatus de neutralidad y recuperar el proceso de acercamiento a la OTAN iniciado por el expresidente Víktor Yuschenko tras la Revolución Naranja, en 2004.

El actual presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, aseguró ayer en Bruselas que la crisis con Rusia está muy cerca de alcanzar el "punto de no retorno" y convertirse en una "guerra a gran escala". Poroshenko aseguró que hay miles de soldados y cientos de carros de combate rusos en territorio ucraniano.

Sobre el terreno, los separatistas prorrusos prosiguieron su contraofensiva para abrir un tercer frente en el este de Ucrania, mientras siguen cercando a miles de soldados en la región de Donetsk. Con ayuda de fuerzas rusas, según Kiev, los milicianos avanzan hacia la ciudad de Mariupol, leal a Kiev y principal puerto del mar de Azov.

Los rebeldes sostienen que han logrado cercar la ciudad, pero tanto el mando militar ucraniano como los observadores de la OSCE lo han negado rotundamente. El Gobierno de Kiev admitió, sin embargo, que las milicias secesionistas, apoyadas por carros de combate rusos, han tomado dos localidades de la región de Lugansk y que el Ejército ucraniano se ha replegado a posiciones defensivas en Mariupol.