El jefe negociador de la oposición siria en las conversaciones de paz de Ginebra, Mohamed Alush, presentó ayer su dimisión por considerar que la comunidad internacional ha fracasado en obtener progresos sobre el terreno y una solución política al conflicto en Siria. La dimisión fue aplaudida por Rusia, principal aliado del régimen de Damasco.

Alush denunció "la incapacidad" de la comunidad internacional para poner fin al asedio de las ciudades (por parte del Ejército sirio) y conseguir la liberación de los presos de guerra, así como la incapacidad de la ONU para elaborar un calendario negociador, según explicó en un comunicado.

El negociador, líder del grupo Ejército del Islam, explicó que las pasadas tres rondas de negociaciones han sido un fracaso y puso de relieve la incapacidad de la ONU para lograr un acuerdo sobre la agenda de trabajo de unas negociaciones que pretenden abrir una transición política en el país.