La canciller de Alemania, Angela Merkel, anunció ayer que competirá por un cuarto mandato como candidata de la Unión Cristianodemócrata (CDU) en las elecciones previstas para otoño de 2017, convencida de que debe servir al país en momentos "inciertos". De hacerse con la victoria, Merkel estaría en la recta de salida para igualar los 16 años en el Gobierno de su mentor, Helmut Kohl, y superaría los 14 años del fundador de la República Federal Alemana, el también democristiano Konrad Adenauer.

Según explicó en una rueda de prensa, Merkel tomó la decisión tras reflexionar "infinitamente" y consciente de que será la campaña más difícil desde la reunificación de Alemania (1990), ante la "polarización" de la sociedad, el auge del populismo de derechas y los desafíos a los que se enfrentan los valores compartidos, en Europa y en la esfera internacional.

Merkel, que recordó que su partido tendrá también el reto de impedir una victoria de un bloque de socialdemócratas, Izquierda y Verdes, aseguró que está dispuesta a aportar su "experiencia" y también "nuevas ideas" para una nueva legislatura.

Según las últimas encuestas, si se celebrasen ahora mismo las elecciones, la CDU, que gobierna en coalición con los socialdemócratas, ganaría con entre el 33% y el 34 % de los votos. Una encuesta publicada ayer por el diario "Bild" asegura que un 55% de los alemanes está a favor de un cuarto mandato de Merkel, quien llegó a la Cancillería en 2005, al vencer en las urnas al socialdemócrata Gerhard Schröder, y volvió a ganar en 2009 y en 2013, convirtiéndose, tras once años al frente del Gobierno germano, en la dirigente más veterana de la Unión Europea. Merkel, que hace año y medio estaba en la cresta de la ola, ha sufrido una profunda caída en su popularidad a raíz de la crisis de los refugiados, pero lleva varios meses remontando el vuelo.

La mujer más poderosa del mundo desde hace seis años, según la revista "Forbes", recibió la pasada semana el respaldo del presidente Obama. "Si yo fuera de aquí, si fuera alemán, sería su seguidor, le daría mi voto", aseguró el presidente saliente de EE UU en una rara intromisión en asuntos de política interior.