Turquía aumentó ayer aún más el grosor de sus críticas a la UE al acusar a países como Alemania y Austria de cometer "crímenes de guerra" cuando dan cobijo a "terroristas" turcos. Coincidiendo con la visita del presidente Erdogan a Moscú para certificar el "ritmo rápido" al que se restablece la relación bilateral, el viceprimer ministro Nurettin Canikli arremetió contra el bloque por acoger a miembros de la cofradía del clérigo Fethullah Gülen, al que Ankara culpa del intento de golpe del año pasado. Una actitud "de enemigo" que también achacó a la OTAN, de la que Turquía forma parte. Pese a las protestas de la canciller Merkel, Canikli insultó de nuevo a Alemania al apreciar comportamientos "nazis" en la suspensión de mítines de ministros turcos para hacer campaña por el "sí" en el referéndum turco del 16 de abril. El TC alemán dictaminó ayer que sólo el Gobierno puede autorizarlos.