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Las medidas contra el terrorismo propuestas por los grandes candidatos

Las medidas contra el terrorismo propuestas por los grandes candidatos

El atentado del jueves en París ha reavivado el interés por las medidas antiterroristas y de seguridad que proponen los principales candidatos, aunque en la práctica la amenaza yihadista ha ocupado un discreto lugar en campaña. El socioliberal Macron, que al igual que la ultra Le Pen no se pronuncia sobre mantener el estado de excepción, insiste en las medidas policiales y carcelarias: diez mil policías más y 15.000 nuevas plazas en las cárceles. Son los mismos policías que pide Le Pen, quien sin embargo cree necesarias 40.000 nuevas plazas en las prisiones. El conservador Fillon, que quiere refuerzos policiales similares a los de Macron, es el único de los cuatro favoritos que ve necesario endurecer el estado de excepción, mientras que el izquierdista Mélenchon reclama levantarlo y, aunque aprueba refuerzos policiales, insiste en que tan necesario es combatir el terrorismo como los delitos de cuello blanco. Para Mélenchon son precisos 2.000 funcionarios de prisiones más.

Le Pen, que ayer exigió el cierre de las fronteras, sostiene que los yihadistas extranjeros deben ser expulsados, y que los dotados de doble nacionalidad han de ser desposeídos de la francesa. La retirada de nacionalidad por terrorismo, que el presidente Hollande intentó sin éxito introducir en la Constitución, también es reclamada por Fillon, mientras que Mélenchon la rechaza de plano.

La inmigración y el extremismo religioso son asuntos que los candidatos vinculan a las agresiones terroristas. Le Pen basa en la xenofobia y la islamofobia buena parte de su discurso, de modo que no es de extrañar que proponga el establecimiento de una moratoria de varios meses sobre la inmigración regular, la retirada de asistencia sanitaria a los sin papeles -ahí coincide con Fillon-, la prohibición de regularizarlos y la concesión de prioridad a los franceses en todo tipo de ayudas sociales.

Para Macron, que se niega a las cuotas de inmigración regular que pide Fillon, mantener la asistencia sanitaria a los sin papeles es una cuestión de salud pública, mientras que Mélenchon es partidario de regularizar a los sin papeles con trabajo y mejorar la acogida a los irregulares. Le Pen y Mélenchon coinciden en rechazar las subvenciones a instituciones religiosas, mientras que Macron está de acuerdo con Fillon en que los imanes tengan una formación estatal y con Le Pen en que se cierren las mezquitas extremistas.

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