La primera dama estadounidense, Melania Trump, cumple con una discreta agenda dentro de la visita que su esposo el presidente estadounidense, Donald Trump, efectúa a Israel y Palestina, que incluyó, por ejemplo, la visita a un hospital junto con Sara Netanyahu, esposa del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Melania acompaña a su marido durante la primera gira internacional de éste desde que juró el cargo, que incluye paradas en Arabia Saudí, Israel, Palestina, Vaticano, Bélgica e Italia.

Sin embargo, en este tercer día de viaje poco ha llamado la atención sobre el discreto papel que cumple la primera dama estadounidense, más allá de un vídeo difundido entre los medios locales en el que se ve cómo aparentemente rechaza con la mano la que le tiende su esposo a la llegada del aeropuerto de Tel Aviv Ben Gurión esta mañana del lunes.

Melania Trump rechaza la mano de su marido a su llegada Tel Aviv

Melania Trump rechaza la mano de su marido a su llegada Tel Aviv

Ya por la tarde Melania recorrió con su esposo la Ciudad Vieja de Jerusalén, donde visitaron la iglesia del Santo Sepulcro y el Muro de las Lamentaciones, en la primera visita de este tipo que hace un presidente en activo de los EEUU.

Después del recorrido por esta parte histórica de la ciudad, que se encuentra en territorio ocupado por Israel en la Guerra de los Seis Días de 1967 y que según comentó Trump causó "una gran impresión en ambos", la pareja presidencial se desplazó hasta el Hotel King David de Jerusalén, donde se alojan.

Poco después, Melania visitó el hospital Hadasa Ein Karem, subvencionado entre otros por un grupo de mujeres estadounidenses.

"Es precioso estar aquí. Un gran comienzo", dijo ante la prensa en el centro, donde repartió mochilas de la Casa Blanca con material escolar y libros entre los niños pequeños ingresados por enfermedades o heridas causadas por el conflicto.

Minutos después de que los Trump aterrizaran por primera vez en Israel en visita oficial, Sara Netanyahu le hacía un gesto de complicidad a Melania al decirle: "Los medios nos odian, pero el pueblo nos ama".