Oviedo, M. J. IGLESIAS

Desesperación, insomnio y malabarismos para cuadrar las cuentas. La situación crítica del sector lácteo asturiano, denunciada por las organizaciones agrarias, llevará a los sindicatos a convocar nuevas movilizaciones este mes. El calendario de protestas estivales lo inauguraron ya los ganaderos gallegos y cántabros.

El presidente de ASAJA-Asturias, Ramón Artime, que ha sido reelegido esta semana miembro del comité ejecutivo nacional de la organización, vaticinó ayer que casi la mitad de los ganaderos asturianos cerrará este otoño si las industrias a las que venden la leche no suben los precios. «El cuarenta por ciento de los ganaderos cobra por debajo del precio de coste y ha entrado en pérdidas, así es imposible resistir». Artime estima que la situación es la más grave que ha vivido el sector en su historia. «El gran problema es el endeudamiento que tienen los ganaderos por la adquisición de cuota aconsejada por el Ministerio», señala. Artime añade que en la sede de su sindicato se reciben a diario decenas de llamadas de ganaderos angustiados por la crisis del sector. «La gente no aguanta una situación de pérdidas continuas, los bancos quieren cobrar, y la gente no tiene dinero».

Al presidente de ASAJA le parece «injusto» querer culpar a las firmas distribuidoras de todos los problemas, «si los distribuidores venden la leche barata es porque se la ofrecen a bajo precio», señala. Artime estima que la industria tiene mucho que decir, «porque en definitiva ellos fijan los precios». El dirigente de ASAJA considera que el ofrecimiento de la Xunta de Galicia para implantar en la región vecina la sede de la interprofesional láctea «es un gran error político». No pasa por alto que más del 30 por ciento de la leche de Galicia la recoge la empresa Río, «que no está en la Fenil ni en el colectivo interprofesional».