Oviedo, M. J. I.

La recuperación del sector lácteo, pronosticada por la ministra de Medio Rural, Elena Espinosa, a finales de otoño, está en marcha. Lo confirman los datos de entregas de leche a las industrias, correspondientes a noviembre. El fondo español de garantía agraria (FEGA) cuantifica las ventas en 4 62.852 toneladas, lo que supone un 2 por ciento más que el mismo mes del período anterior.

Aunque en septiembre las entregas fueron de 466.696 toneladas, lo que supone un aumento de un 0,3 por ciento en relación con el mismo mes del año anterior, el incremento de noviembre es el más significativo desde el pasado enero.

En los ocho primeros meses de la campaña 2009-10, que empezó el pasado 1 de abril, la cantidad de leche producida fue de 3,9 millones de toneladas, más de la mitad de la cuota correspondiente a España, de 6,2 millones de toneladas. A Asturias le corresponden 620.000 millones, que se reparten los 2.800 ganaderos que quedan en el sector. El origen de la recuperación se encuentra en un repunte de la demanda de lácteos en Europa y en el aumento de precios propiciado por los contratos entre ganaderos e industrias, que empezaron a aplicarse en julio, con un precio mínimo de 30 céntimos por litro.

La materialización del pacto exige a las empresas subir una media de cinco céntimos por litro a los ganaderos. En Asturias deben beneficiarse unos 1.200 ganaderos, del total de 2.800 que quedan en el sector. Son los que no venden a Central Lechera, que perciben un precio superior a la media, por la política de precios de la empresa.

El precio medio en España se sitúa ya en 29 céntimos por litro. La compañía asturiana, a la que sirven 1.600 ganaderos, mantiene una media de 32 céntimos por litro, la más alta de España y una de las más elevadas de Europa.

Lo que realmente preocupa a las empresas es que el incremento de precios lleve, además, una subida de precios al consumidor. Las industrias llevan meses perdiendo cuota de mercado y bajando sus ventas por la crisis. Temen que el consumo se resienta más aún si aumentan los precios en el supermercado. Otro de los objetivos del acuerdo es frenar la entrada de leche barata procedente de Francia. Los representantes de los sindicatos agrarios lo ven complicado: Francia es excedentaria en cuota y los costes de producción por litro son más bajos que en España. Francia juega con ventaja por su orografía: producir un litro es, de media, 5 céntimos más barato que en España por la estructura geográfica y las comunicaciones. En España, las organizaciones agrarias denuncian que la mayor parte de las 2.800 ganaderías de leche que quedan en Asturias no cubre costes.

En Asturias están en juego más de 6.000 empleos directos e indirectos y toda una economía rural en peligro de extinción. Las 120 empresas lácteas asturianas mantienen 2.500 puestos de trabajo. Más de mil son de Central Lechera Asturiana y 400 de Reny Picot, en su factoría de Anleo (Navia). La facturación anual de la industria que depende de la leche suma más de 1.000 millones de euros anuales, el 7 por ciento del sector lácteo español. Los 2.800 ganaderos asturianos de leche reciben 20 millones anuales de ayudas europeas, en el llamado «pago único». Una de las partidas que llega a las ganaderías es la prima láctea que se estableció en la revisión de la política agraria comunitaria (PAC) en el año 2003 para compensar bajadas de precios. Es una ayuda directa por litro de cuota asignada. Está en vigor hasta 2012. También está previsto que las cuotas lecheras desaparezcan en el año 2014.