Oviedo, Raquel L. MURIAS

La temporada de caza de jabalí arranca hoy en Asturias con 33 cotos regionales de caza sin asignar, de un total de 59 que hay en Asturias. Esta situación ha provocado que en compensación, el Principado haya aprobado un centenar de cacerías por daños en aquellas zonas en las que los cotos siguen pendientes de asignarse, tal y como ya avanzó LA NUEVA ESPAÑA.

Finalmente el gobierno del Principado ha tenido que optar por este tipo de cacerías ya que no se ha logrado agilizar el proceso de asignación de los cotos lo suficiente. Según explica el nuevo gobierno, este retraso es una herencia del anterior y aunque la consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos ha avanzado los trámites necesarios para la constitución y adjudicación de los cotos, la temporada comienza antes de que se haya resuelto el proceso. Por este motivo, y en compensación a los cazadores afectados, se está tramitando la autorización de 116 cacerías de jabalí. Otro de los motivos que han llevado a aprobar estas matanzas es que al no adjudicarse los cotos, la población de jabalíes podría dispararse provocando muchos más daños en las cabañas ganaderas asturianas, lo cual afectaría a las sociedades de cazadores que son las que tienen que pagar los daños a los afectados.

El Principado aseguró ayer mediante una nota de prensa que el proceso normal de constitución y adjudicación de un coto de caza regional conlleva un plazo mínimo de 120 días. Además, aseguran en el Principado que «pese a los meses perdidos», y a que sólo en 26 cotos de caza se comenzará hoy a cazar con normalidad, otros cinco cotos se habilitarán el primer fin de semana y a lo largo del mes de septiembre se adjudicarán otros 23. Los cinco cotos que quedarán entonces pendientes de adjudicación se entregarán «a lo largo del mes de octubre», según afirman desde el Principado.

De momento ya son nueve los ayuntamientos que han solicitado que se les aprueben cacerías por daños, pero el plazo continúa abierto.

Los jabalíes son uno de los animales que más destrozos provocan en los cultivos asturianos, principalmente en el maíz y las patatas. Los ganaderos llevan años pidiendo que se lleve a cabo un control más exhaustivo de la población ya que el número de ejemplares sigue en aumento.

Otro de los animales que también provoca daños en la cabaña ganadera es el lobo. De hecho, el nuevo Gobierno ya ha anunciado a los aficionados cinegéticos que su idea es que la especie pase de estar protegida, tal y como está ahora, a ser cinegética, es decir, que se podrá cazar. Sin embargo, mientras los ganaderos esperan que el lobo se pueda abatir, entre los cazadores hay cierta reticencia, ya que quieren que el Principado les garantice que serán las arcas regionales las que sigan haciendo frente a los pagos de los daños, a pesar de que la especie se declare cinegética. De hacerse así sería una excepción ya que los cotos siempre asumen el pago de los daños que la especies cinegéticas provocan, tanto en el campo, como en la cabaña ganadera, tal y como pasa con el jabalí o el corzo.