Oviedo, M. J. IGLESIAS

El Tribunal de Cuentas Europeo ha vuelto a poner patas arriba el diseño de reforma de la política agraria europea (PAC) para el período 2014-2020, que se lleva a cabo en Bruselas. La entidad echó ayer literalmente un jarro de agua fría sobre los cuatro principales proyectos de reglamentos que recogen la propuesta de reforma, basada en unas nuevas ayudas agrarias por hectárea, que perjudicarían los intereses de los agricultores y ganaderos asturianos.

Aunque el tribunal reconoce los esfuerzos realizados por la Comisión para simplificar las disposiciones de la PAC y para responder a una serie de observaciones formuladas por el Parlamento y el Consejo -y también por el propio tribunal-, considera que el marco legislativo de la política sigue siendo demasiado complejo.

Uno de los ejemplos que pone son los seis estratos de normas que figuran para definir los gastos en desarrollo rural. El tribunal estima que, pese a la reorganización propuesta, la complejidad de la política que se propone sigue dificultando su administración tanto por parte de los organismos pagadores como de los beneficiarios.

El organismo reprocha que la política agraria siga estando basada esencialmente en los gastos y en el control del gasto, y por tanto orientada al cumplimiento más que al rendimiento. Los expertos en el control de las finanzas europeas echan de menos que en los artículos del reglamento no se detallen los objetivos específicos fijados para los pagos directos a los agricultores, ni tampoco los resultados previstos de estas disposiciones o el tipo de indicadores previstos para medir estos resultados. En desarrollo rural, el Tribunal ha subrayado la importancia de establecer objetivos que deban alcanzarse mediante las medidas propuestas y de garantizar que la ayuda se destina a las zonas rurales que más la necesiten. Precisamente ésa es una de las propuestas, consensuadas con las organizaciones agrarias, que llevó ayer Asturias a la reunión que tuvo lugar en Madrid entre representantes de las comunidades autónomas y el Ministerio de Agricultura.