Langreo, L. M. D.

La coartada del detenido por el asesinato de Patricia Fernández Guzmán no se sostiene. Al menos así lo considera la abogada de la familia de la víctima que, tras el levantamiento del secreto de sumario del caso, indicó que no sólo no se han encontrado testigos que corroboren la coartada de C. M. B., sino que incluso hay personas que ratifican que «no estuvo en los sitios que dijo».

Patricia Peláez, la letrada de la familia de Patricia Fernández, explicó que una vez hecha la primera lectura del sumario «queda claro» que en la declaración de C. M. B., de 31 años, «no es que haya una contradicción, como se dijo, sino que son varias». En su comparecencia ante el juez -que duró unas cuatro horas-, el detenido realizó «un relato muy pormenorizado» de los lugares en los que estuvo la tarde en la que desapareció la joven de 22 años: en la peluquería en la que trabajaba la víctima, por la que pasó de una forma «casual»; en una gasolinera de la localidad de Les Teyeres (donde había decenas de personas contemplando cómo los bomberos sofocaban el incendio de una casa situada justo enfrente); en una asesoría, tramitando varios documentos, y en una entrevista de trabajo.

Según la abogada de la familia, «no sólo no se han encontrado testigos que ratifiquen esta versión», sino que incluso hay testigos «que dicen no haberle visto en esos lugares». «Se ha demostrado», continuó la letrada, «que no estuvo en algunos lugares. Incluso hay testigos que lo sitúan en otro sitio», apuntó Peláez, sin referirse directamente a la gasolinera de El Entrego donde un empleado asegura que le vendió una lata de gasolina esa misma tarde, extremo que C. M. B. niega. Al parecer, este trabajador recuerda lo ocurrido porque al acusado le valía cualquier tipo de gasolina, a lo que añadió a posteriori que era «para un quad». Respecto a lo que el sumario recoge sobre los contactos telefónicos con la víctima, Patricia Peláez informó de que «este punto, por el momento, no está claro, pero todavía están en marcha algunas pesquisas». Por eso, dependiendo del resultado de estas averiguaciones, «podremos confirmar o desmentir si existía algún tipo de acoso». La investigación de los teléfonos también podría resultar clave para arrojar luz en la relación entre víctima y acusado, aunque fuentes del propio caso afirman que habían mantenido «relaciones esporádicas» que no habían llegado «a ser una relación sentimental continuada».

Por su parte, el abogado de la defensa, José Carlos Botas, que se encontraba de viaje, declinó realizar valoraciones hasta que haya analizado el sumario del caso.

Calcinada

El cadáver de Patricia Fernández fue encontrado a la una de la tarde del viernes 14 de marzo por dos jóvenes que paseaban en bicicleta. El cuerpo estaba prácticamente calcinado, a excepción de la parte final de las extremidades. Para su identificación se utilizaron las huellas dactilares de sus dedos y un «piercing». La zona en la que se halló -a unos doscientos metros del pozo Samuño-, un vertedero ilegal, es de fácil acceso, aunque no es visible desde la carretera y los caminos de la zona.