Langreo, L. M. D.

Con la clausura de la fábrica de Sodes, el polígono de Meriñán de Lada ha perdido a otra de sus empresas más representativas. En 2005 otra de estas empresas, Menasa, anunciaba el cierre de sus instalaciones. Esto acabó desencadenando uno de los últimos grandes conflictos laborales de la comarca del Nalón. Seis trabajadores de la fundición permanecieron encerrados en las oficinas de la compañía en Meriñán durante todo un año.

En junio de 2006 el encierro acabó. El Principado se comprometió a recolocar a 21 trabajadores de Menasa, y a prejubilar a los 11 empleados. A finales de ese mismo año Menasa entró en concurso de acreedores, y en 2007, fue liquidada definitivamente.

El progresivo proceso de desindustrialización en el Valle se ha acentuado a consecuencia de la crisis económica y del fracaso de algunas de las grandes inversiones realizadas a cargo de los fondos mineros. El caso más conocido es el de Alas Aluminium, que tras recibir 16 millones de euros de fondos mineros acabó cerrando tras únicamente cinco años de actividad. Creada en 2005, la aluminera de Ciaño llegó a contar con más de 300 trabajadores. En 2009 y 2010 sufrieron sendos expedientes de regulación de empleo (ERE), y en 2011, entró en concurso de acreedores, acuciada por deudas millonarias (casi 60 millones), lo que acabó dejando en la calle a unas 270 personas.

Los expedientes de regulación de empleo , de extinción o de suspensión temporal, puestos en marcha el pasado año por empresas de las comarcas mineras afectaron a 777 trabajadores, un 58 por ciento más que en 2010. Del total, 531 son empleados que prestaban sus servicios en empresas del Nalón.