Un año lleno de dudas e incertidumbres. Así se encuentra el aparcamiento subterráneo de Sama, cuyas obras de construcción se terminaron ya en mayo del pasado año. Desde entonces, el equipamiento continúa cerrado, sin utilizarse, pese a haber sido el proyecto más importante del denominado Plan «A» de obra pública impulsado por el Gobierno regional de Vicente Álvarez Areces. Un año después de que acabasen los trabajos del parking, sigue habiendo dudas sobre su gestión y su viabilidad.

La obra del aparcamiento subterráneo de Sama se adjudicó a finales de junio de 2010 a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Contratas Iglesias y Comsa. El presupuesto de los trabajos era de 2 millones de euros, que permitían construir un total de 83 plazas de aparcamiento subterráneas en la plaza situada justo detrás del Ayuntamiento de Langreo, en pleno centro urbano de Sama.

Durante su ejecución, las obras sufrieron diversas demoras. La primera, cuando se encontró una línea de alta tensión subterránea que discurría por la zona y que hubo que desviar. También fue preciso llevar a cabo una obra complementaria consistente en instalar un andamiaje de sujeción en la fachada de un edificio próximo. La decisión de construir el parking subterráneo de Sama se tomó cuando se estaba intentando llevar adelante la instauración de la zona azul en las calles más céntricas de Sama y La Felguera, una iniciativa que acabó diluyendo ante la falta de interés de las empresas.

La fórmula que se adoptará para gestionar el aparcamiento subterráneo aún no está clara. Si bien el Ayuntamiento garantiza su apertura, se está pensando en ofrecer a empresas privadas la explotación del equipamiento. En caso de que estas compañías no acepten las condiciones que ofrezca el Consistorio langreano, el equipo de Gobierno prevé buscar «otras fórmulas» que permitan que el aparcamiento entre en funcionamiento. Todo esto, eso sí, tendrá que hacerse una vez que el Ayuntamiento recepcione la obra del parking, ya que hasta el momento no se ha dado el visto bueno a las obras de reparación de los daños causados a los bienes públicos durante la ejecución de los trabajos de construcción del aparcamiento subterráneo.