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El parque temático de la minería

La apertura de las instalaciones del pozo Sotón culmina una amplia oferta turística en torno a la actividad minera e industrial con museos, viajes en tren y visitas a explotaciones históricas

A la izquierda, el Musi, en La Felguera. A la derecha, una locomotora de vapor en el Ecomuseo de Samuño. SILVEIRA

Conocer un museo del carbón, otro de la siderurgia, visitar bocaminas y castilletes, pasear por un primitivo poblado minero, entrar en una vivienda obrera, viajar en tren por oscuras galerías... y ahora bajar a un pozo auténtico en visitas guiadas por mineros de verdad. El plan de Hunosa para que los turistas puedan acceder al interior del pozo Sotón supondrá un importante incentivo en la oferta cultural ligada al patrimonio industrial existente en la actualidad en las comarcas del Nalón y del Caudal. Las Cuencas podrán presumir de tener el primer pozo de carbón visitable de España y consolidarse como un parque temático de la minería y la industria.

La hullera pública ha recibido la petición de diecinueve trabajadores para optar a las cuatro plazas convocadas para guiar visitas por el pozo Sotón. La centenaria explotación cuenta con la catalogación de bien de interés cultural (BIC), al igual que el pozo San Luis (integrado en el ecomuseo del valle del Samuño) y el pozo Santa Bárbara, en Mieres, para el que también se proyectan usos turísticos.

El Museo de la Minería y la Industria de El Entrego es el equipamiento turístico de las Cuencas que recibe un mayor número de turistas al año y uno de los más visitados de la región. El centro cultural cuenta con una mina imagen que recrea una galería minera y explica a los visitantes cómo se realiza el proceso de extracción del carbón. El museo también dispone de importantes colecciones de máquinas y documentos ligados a la minería. Además, está pendiente de un ambicioso proyecto de ampliación para convertir el pozo San Vicente, ubicado en las proximidades, en el museo del movimiento obrero. Un tren turístico conectará, a través de un túnel, el edificio principal del Mumi con la caña del primitivo pozo.

El ecomuseo del Samuño ofrece al visitante la posibilidad de hacer un recorrido en un tren minero que muestra la bocamina y el túnel de La Trechora, para luego entrar en la zona del pozo Samuño y el socavón Emilia. El viaje finaliza en el pozo San Luis, a una profundidad de 32 metros, desde donde se toma un ascensor que sube a los visitantes hasta las instalaciones de la explotación. Junto a la casa de máquinas, uno de los mayores atractivos, destacan otras dependencia que en gran parte han conservado su aspecto original como el edificio de oficinas con la ventana de pagaduría, el botiquín, la fragua o la carpintería.

La instalación central del Museo de la Siderurgia de Langreo se localiza en un antiguo refrigerante de la primitiva fábrica de Duro en La Felguera. La primera planta dedica sus contenidos al proceso de fabricación del acero, mientras que en la segunda hay paneles interactivos, maquetas y una detallada colección sobre el origen y desarrollo de la minería y la siderurgia en Asturias y las condiciones de vida y trabajo de los obreros a principios de siglo XX. El museo exhibe una muestra cedida por la empresa Bayer sobre la producción farmacéutica en Langreo. Entre otros contenidos alternativos, también se puede visitar una vivienda obrera en el barrio Urquijo.

En Laviana, se rehabilitaron las antiguas instalaciones de la mina de montaña de Coto Musel. En la primera parte del proyecto se rehabilitó la casa de aseos, un área recreativa, varias bocaminas y se construyó un mirador para contemplar Pola de Laviana y sus alrededores. El espacio se ha reciclado por el momento como centro de escalada. El valle del Nalón cuenta, además, con un amplio abanico de bocaminas que en algunos casos se encuentran señalizadas y cuenta con paneles explicativos.

La comarca del Caudal también presume de importantes atractivos turísticos ligados al turismo industrial. El poblado minero de Bustiello incluye una iglesia, un monumento, un casino, una escuela, un sanatorio y los alojamientos para ingenieros y obreros como parte de un llamativo conjunto que ejemplifica la época del denominado paternalismo industrial.

En el valle de Turón, entre otros muchos elementos, puede visitarse el pozo Espinos, que cuenta con un aula de interpretación en la antigua lampistería y un mirador excavado en una escombrera próxima. En el pozo Fortuna también hay una instalación cultural en antiguas dependencias de la explotación con fotografías con textos explicativos, pantallas interactivas y proyecciones audiovisuales sobre la actividad minera y la recuperación de la Memoria Histórica.

Otro de los reclamos es el socavón de La Rebaldana, una bocamina que accede a un primitivo grupo minero de montaña entre el pozo Santa Bárbara y el pozo Espinos. El tramo visitable es de unos 15 metros.

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