Oviedo, Luján PALACIOS

La llegada de touroperadores al Occidente con el oso pardo como reclamo ha levantado una agria polémica en la que el Gobierno del Principado ya ha dejado claro que se opondrá a un turismo basado en la observación de plantígrados.

La Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural anunció ayer que convocará este mismo mes al consejo rector del parque natural de Somiedo para abordar los programas de visitas al espacio natural para la observación de osos, después de que trascendiera que una empresa británica organiza excursiones con este fin, presuntamente sin los permisos correspondientes.

El Principado ha expresado su voluntad de modificar la regulación al respecto en el caso de que fuera necesario para evitar la llegada masiva de turistas que pudieran molestar al oso pardo en su hábitat natural. La Consejería subraya que el uso público del espacio natural «está en todo momento supeditado al de la conservación», por lo que «la protección del oso debe prevalecer sobre el uso turístico».

Por su parte, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica criticó duramente la utilización del oso como activo turístico planteada por la Fundación Oso Pardo. Una sugerencia que fue lanzada hace dos años y que ya entonces suscitó un rechazo frontal por parte de los grupos conservacionistas. Según explican fuentes de la plataforma, la puesta en marcha de actividades turísticas de esta índole «es difícilmente reversible» y ocasionará «una mayor presión sobre un entorno natural que no cuenta con una extensión como para soportar más presencia humana».

El colectivo reconoce que el control de las empresas que organizan este tipo de visitas para ver osos no es fácil, pero en todo caso debe prevalecer el oso sobre la actividad turística. «Los osos no son compatibles con todos los usos, quienes han abierto este melón deben cerrarlo», advierte la plataforma. Por ello, sugieren que se controlen las rutas que utilizan estas empresas turísticas y que se evite la difusión de información acerca de la presencia de osos en el entorno de los núcleos de turismo.

En el mismo sentido se ha expresado el director de la Fundación Oso de Asturias, Carlos Zapico, que ha subrayado también el potencial peligro que puede suponer el acercamiento de los turistas a los osos. «No se trata de animales domésticos y es fácil que los visitantes acaben accediendo a los espacios restringidos», indica Zapico.

«Ya existen muchos problemas de gestión por la presión humana, es mejor dejar a los osos tranquilos en su hábitat, porque además ya tenemos a "Paca" y "Tola" para que los turistas las puedan ver», subraya el presidente de la Fundación, para quien las observaciones de osos «requieren unas precauciones necesarias».